Cuando estamos en laberintos emocionales, no busquemos la salida afuera. Los demás siempre podrán tener la mejor intención, buenos consejos, grandes enseñanzas para darnos... pero el proceso de real liberación lo tienes tú, adentro.
No vayas afuera. El camino de salida de los conflictos es yendo hacia adentro.
¿Por qué será que muchas personas les tienen miedo a ese viaje?
¿Por qué será que ir hacia adentro para muchos es una odisea difícil de superar... y por eso lo evitan?
¿Por qué será que nos tenemos tan poca confianza en nosotros mismos como para animarnos a ir a nuestro interior a buscar las profundas verdades que nos pueden liberar definitivamente de los problemas?
Cuando un problema reincide y se repite indefinidamente a lo largo de tu vida es porque necesita tu atención.
Necesitas tener la suficiente valentía como para lanzarte a tu mundo interior a buscar las causas. Se necesita tu persistencia, tu coraje y tus agallas, tu tenacidad y empeño, para encontrar la raíz del conflicto. A veces el origen de todo está tan escondido, tan reprimido, tan bien guardado de nuestra conciencia, que lo desconocemos. Entrar en el mundo de nuestro inconsciente requiere un esfuerzo descomunal, es como cruzar las barreras hacia un mundo desconocido, ¿quién no tendría miedo a entrar en una nueva dimensión... adentro de uno mismo?
Es necesario trabajar en esa ardua tarea de hacer consciente lo inconsciente, con el único fin de ayudarte a ti mismo a encontrar las reales salidas a tus conflictos.
Es verdad, en el duro combate de nuestras emociones más profundas no hay salidas corriendo hacia afuera, sino buscando con osadía hacia adentro.
La persona que decide hacer ese viaje, es un ser que es más valiente de lo que imagina, puede aparentar ante ojos ajenos que es débil, pero es alguien que ha decidido el camino más lento y más difícil para lograr los mejores resultados, que le permitirán por fin abrir las rejas de su jaula... y por fin hacer libre de problemas su propio vuelo.
Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena |