Estas preguntas permitirán que tomemos consciencia sobre nuestro ego libidinal, es decir sobre nuestro centro creativo y sexual:
1-¿Cuál es el nombre de mi madre? ¿Por qué o por quién se llama? ¿Cuál es el nombre de mi padre? ¿Por qué o por quién se llama?
La genealogía es una cadena de repeticiones, tenemos que averiguar las influencias de nuestros abuelos sobre sus hijos (nuestros padres) Ya sabemos que con los nombres se deslizan contratos inconscientes, muchas veces heredados de nuestros ancestros. Repetir nombres es una sutil forma de repetir destinos…
2-¿Cuál es la fecha de nacimiento de mi madre? ¿Recuerda esa fecha a otra fecha importante en mi familia?
Cuantas veces se observa en una familia que tras la muerte de una abuela nace una niña, hija de una de sus nietas, que consideran idéntica a la abuela desaparecida. Parece un engranaje de una máquina que sustituye piezas desgastadas por otras nuevas a las que somete a una función similar. Nuestro trabajo consiste en identificar y desactivar esas “monstruosidades”… Aunque para ello primero necesitamos conocerlas, tenemos que realizar “una toma de consciencia”
3-¿Cómo se llaman los hermanos de mi madre (incluidos abortados y fallecidos)? ¿Cuando nacieron? ¿A qué se dedican o han dedicado? ¿Tienen o tenían pareja e hijos?
Atención a este dato, si nuestro nombre coincide con el hermano mayor de nuestro padre, ¡pueden echarnos encima a un tío en forma de proyección!
La posición de nuestra madre en su hermandad: la mayor y responsable o la pequeña a la que no dejan crecer.
4-¿Qué sé de la relación de mi madre con sus hermanos?
Rivalidad, celos, etc. Recordemos que nuestros padres nos marcan sexualmente. Puede que encontremos cosas tan curiosas como dos hermanas casadas con dos hermanos (de otra familia), lo que significa que hay un nudo homosexual…
5-¿Algunos de mis tíos maternos han enfermado, han sufrido accidentes graves o han fallecido? Describe lo sucedido.
Es una parte importante de nuestra historia familiar que tenemos que conocer perfectamente. Todo accidente grave tenemos que interpretarlo como un intento de suicidio. La forma de morir nos ofrece pistas valiosas sobre lo que está sucediendo en la “trastienda” de nuestro árbol genealógico.
6-¿Cuál es la fecha de nacimiento de mi padre? ¿Recuerda esa fecha a otra fecha importante en mi familia?
El árbol genealógico es como un puzzle, cada fecha de nacimiento es como una pieza. Conocer todas las piezas es disponer de una información muy valiosa para identificar patrones de repetición.
7-¿Cómo se llaman los hermanos de mi padre (incluidos abortados y fallecidos)? ¿Cuándo nacieron? ¿A qué se dedican o han dedicado? ¿Tienen o tenían pareja e hijos?
Tal vez nuestros padres formaban parte de una familia muy numerosa, pero después nadie tuvo hijos, o muy pocos. El árbol se estancó, es posible que se trate de un árbol que no quiere reproducirse…
Investigar sobre el tipo de trabajo que realizan. El trabajo de funcionario, conecta con un padre-estado que continúa suministrando dinero incestuoso y que en parte limita el crecimiento. ¿Se permitieron superar a sus padres?
8-¿Qué sé de la relación de mi padre con sus hermanos?
Descubrir con quienes mantienen buenas relaciones, a quienes ignoran. Incluso la rivalidad con algún hermano. Tal vez dentro de la hermandad el mayor sea una figura paterna…
9-¿Algunos de mis tíos paternos han enfermado, han sufrido accidentes graves o han fallecido? Describe lo sucedido.
Descubrir a qué edades ocurrieron esas muertes, ¿cómo pudo afectar esa situación a nuestros padres? Observar el tipo de enfermedad familiar que se repite, si la hay.
10-¿Qué sé de la unión de mis padres?
Cómo se conocieron, qué le atrajo al uno del otro, cuántos años se llevaron de novios, cómo fue ese tiempo previo a que me concibieran, si se casaron, en qué fecha, cómo era la relación entre ambos durante mi embarazo y mi crianza…
¿Se conocieron de niños y se emparejaron? ¿Fue un encuentro tardío? Los noviazgos extraordinariamente largos son contratos de sufrimiento y de represión sexual. O tal vez se casaron a causa de un embarazo no deseado y nosotros nos sentimos responsables de esa unión.
11-¿Qué forma de pensar tienen (o tenían) mis padres? ¿Cuáles eran sus creencias? ¿Me dejaban libertad para pensar y decidir por mi mismo? (En esta y en las siguientes preguntas especificar si hay diferentes respuestas respecto al padre y respecto a la madre)
Examinemos sus ideas religiosas, políticas, sus niveles de estudio. El proyecto “parental” que tenían pensado para nosotros.
12-¿Me sentí querido por mis padres (manifestaciones de cariño, abrazos, besos, caricias, acompañamiento, comunicación de afectos)? ¿Me apoyaron para que yo me relacionara con los demás? ¿Me dieron permiso para salir con chicas o chicos, para elegir mis amistades y mis parejas?
Veremos cómo se relaciona la familia a nivel emocional y libidinal. Recordemos que lo que no nos dieron, después nosotros lo repetimos de forma inconsciente.
13-¿Me permitieron que conociera la sexualidad, sin prohibiciones o limitaciones? ¿Me permitieron con agrado ser creativo, experimentar, hacer cosas diferentes al resto de los familiares? ¿Me negaron en algún momento el placer?
Es un punto muy importante que nos permitirá evaluar las satisfacciones y las frustraciones de nuestro árbol genealógico. Además de la forma de imponerlas…
14-¿Cómo me alimentaron, en exceso, en defecto? ¿Cómo me cuidaron? ¿Permitieron mis padres que tuviese mi propio espacio en el hogar y que estrenara mis ropas, mis libros y mis juguetes?
Recordemos que a través de la alimentación obtenemos un cuerpo, “un templo” que tenemos que cuidar. Dice Alejandro Jodorowsky que personas angustiadas esperan salir de esa situación recibiendo un buen consejo psicológico o una cita de Freud o de Jung. Sin embargo la base es el cuerpo, tenemos que ver lo que nos daban de comer en la infancia y lo que comemos en este momento y por qué. Si continuamos “enganchados” con alimentos de nuestra infancia, es porque sentimos un apego emocional por esos primeros alimentos y con ellos nos encadenamos a la angustia.
Preguntarnos: ¿Cómo comemos y el qué? ¡Ser conscientes de este aspecto material de nuestra vida!
También es un problema “heredar” la ropa, los libros y los juguetes de un hermano mayor… es algo que, entre otras cosas, puede deformar nuestro cuerpo…
15- Si le preguntáramos a tus padres cuáles son (o eran) las finalidades de sus vidas ¿Qué crees tú que responderían?
Con ello estamos averiguando “la trampa” a la que se vieron sometidos, que en parte puede deslizarse hacia nosotros, sus hijos.
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Tenemos niveles y límites en cada uno de nuestros cuatro egos. Tenemos que avanzar milímetro a milímetro en nuestra claridad mental, buscando mejorarnos a nosotros mismos. Aceptando nuestros límites e imperfecciones.
Fuente: Plano Sin Fin |