Hace tiempo que yo pienso si estaré equivocado en mi forma de creer, cómo debe funcionar este mundo que nos hace, que nos hace cada vez ser menos humanos y odiarnos, siempre odiar, siempre odiándonos, siempre estar odiándonos.

Pero hay unas cuantas cosas de las que seguro estoy, pero hay unas cuantas de las que seguro estoy. Por muy indeciso que esté, nadie me convence de que un estado sea algo en lo que hay que creer.

¡Eh, tú! Tú no te has preguntado jamás por qué este mundo está dividido en jaulas y si en la que te ha tocado no hay alpiste eres pasto de los buitres… y de ti no quedará más que unos huesos para chupar.

¡Me caguen la ostia, caguen dios, y hasta en la madre que los parió!

Porque lo suyo sería que todos fuéramos libres, que cada persona podría elegir un lugar para vivir y donde ser felices… o infelices, pero poder elegir.

Esto tal vez pueda ser una utopía, lo sé, pues se lo han montado muy bien para sus negocios hacer, y es que los putos estados son el marco ideal para que el capitalismo siempre pueda funcionar. Porque a ellos les conviene que haya un "tercer mundo" que sufra y al que explotar y no dejarles nunca crecer, prosperar, tenerlos siempre hundidos en la puta miseria.

Malditos seáis todos los que permitís que millones de humanos se tengan que pudrir, los que convierten países en auténticos campos de exterminio, los que han partido el mundo en mil pedazos, y a millones de pueblos han quitado su propia cultura, su propia identidad.

Malditos seáis todos ¡malditos todos seáis!

Canción “Jaulas de Tierra”, de Soziedad Alkoholika