As de bastos: tenemos la oportunidad de empezar un proyecto nuevo en el que poner toda nuestra energía.
2 de bastos: pero es entonces cuando nos damos cuenta de que llevamos mucho tiempo encerrados en el castillo que nosotros mismos hemos construido. Aunque no empezamos de cero. Nos damos cuenta que en algunos aspectos estamos muy avanzados: tenemos una buena base en la que apoyarnos, una buena vista e influencia sobre personas y circunstancias. Pero otros aspectos los habíamos dejado olvidados: hemos invertido tanto en construir nuestro sólido castillo que no nos hemos dado cuenta de que también nos estábamos aislando. Es momento de salir de nuestro castillo.
3 de bastos: y es entonces cuando nos damos cuenta de que fuera de nuestro castillo tenemos una vista amplia y más real, completamente diferente a lo que creíamos, lo que nos aporta nuevas oportunidades y valentía para avanzar.
4 de bastos: esta nueva perspectiva nos hace conocer gente nueva y divertirnos. Tenemos ganas de celebrar. Pero no podemos quedarnos en ese punto eternamente: hay que seguir avanzando.
5 de bastos: como en todas las relaciones, tenemos diferentes puntos de vista. Pero no se trata de discutir con los demás, sino de exponer nuestro punto de vista y ponernos de acuerdo para avanzar en nuestro proyecto.
6 de bastos: de esta forma, iremos avanzando y logrando vez más cosas, consiguiendo, además, la aprobación y el reconocimiento por parte de los demás. Vamos camino del éxito.
7 de bastos: a menudo, para mantener el éxito tendremos que estar atentos a las posibles dificultades que vayan apareciendo. Pero todo lo que hemos aprendido nos sirve ahora para poder superar todos los obstáculos que se nos puedan presentar.
8 de bastos: a medida que seguimos avanzando, van apareciendo nuevas oportunidades con rapidez.
9 de bastos: con tantos proyectos posibles, pueden reaparecer miedos del pasado que creíamos ya superados. Y es entonces donde la desconfianza y la inseguridad pueden hacernos dudar y llevarnos a poner barreras.
10 de bastos: llegados a este punto podemos estar tan cansados que nos sintamos sin fuerzas para llevar todas nuestras responsabilidades. Ahora entendemos que tenemos que hacer las cosas a nuestro ritmo y no cargar con más de lo que podemos. Es el momento de aprender a delegar.
Eva - Zona Positiva |