Al ver más allá de lo literal, podremos darnos cuenta de que nos comprometemos todos los días. Las personas que se ven con miedo al compromiso, igual están comprometidos consigo mismos en ser de esa forma, tanto como un ateo cree que no cree en nada.
Por eso, más allá del miedo al compromiso, lo que en verdad hay es miedo a aceptar que hay un compromiso que no se ha asumido en libertad.
Todos nos comprometemos. Hoy seguro tienes citas, has quedado con alguien, tienes que entregar un ensayo, vas a buscar la ropa a la tintorería… Todo lo que hacemos ha sido pautado, contigo mismo o con otros, lo que pasa es que no te has hecho consciente. Claro que hay pautas a medio y largo plazo que ciertas personas se creen incapaces de atender, pero es más por una falta de consciencia de la libertad que tienen para diseñar su vida.
Si uno despierta y se da cuenta de que se cumple más de lo que cree, de que tenemos poder de participar en la creación de nuestra vida, de poder observar que cada vez que nos hemos comprometido en libertad con algo que queremos y sabemos que era lo mejor para nosotros hemos revelado bendiciones, todo sería distinto.
Amamos al compromiso. No nos comprometeríamos con situaciones o personas que nos desgastan o que nos cortan las alas. El detalle está en que no estamos despiertos del todo al momento de decidir.
Prestar atención ayuda. Podemos comprometemos con algo que implica asociación/relación con otro y un gran trabajo, pero que más adelante nos dará libertad. ¿Qué te parece prestar atención a las conversaciones, contratos y proposiciones que haces y te hacen? ¿Podrías cuestionarte lo que deseas y entender que tienes la libertad de negociar a tu favor en vez de aceptar o rechazar apresuradamente o con miedo?
El compromiso real se asume en libertad. La intención determina la energía en el proceso, y tu actitud es determinante ante el resultado. La clave es darle atención, darTE atención, y empezar a escoger pensando en la satisfacción a largo plazo en lugar de en la satisfacción inmediata.
* El compromiso, para ser real, tiene que ser asumido en libertad *
Fuente: Mia Astral
Ilustración: Jan Saudek | 