Bloqueo físico:
Esta enfermedad afecta a las articulaciones de una manera crónica, pero se diferencia de la artritis en que no presenta signos inflamatorios. Las personas que la padecen sufren sobre todo al despertar en las mañanas y les lleva un cierto tiempo poder mover la articulación enferma. La articulación artrosada suele estar limitada para realizar algunos movimientos, y se puede romper.
Bloqueo emocional:
Existe una similitud muy grande entre la artritis y la artrosis, salvo que en esta última la persona que la padece siente mucha ira y rencor hacia otra persona y no hacia sí mismo, como ocurre en el caso de la artritis. No se hace cargo de su responsabilidad y prefiere culpar a otros de sus desgracias. Alimenta un sentimiento de injusticia. Le beneficiaría tener más compasión hacia los demás y cultivar el entusiasmo.
Bloqueo mental:
Es igual al bloqueo mental de la artritis. Si padeces artrosis, revisa por qué te resulta tan difícil pedir lo que necesitas. Si es porque crees que haciendo lo que te gusta vas a exagerar y a volverte egoísta, te sugiero que revises si esto es cierto. También te ayudaría consultar la definición de la palabra "egoísta". Acepta la idea de que te puedes permitir decir "no" cuando no quieras realizar algunas tareas y, si te decides a llevarlas a cabo, tienes que hacerlas con placer y sin criticarte internamente. Si te impones muchos deberes porque buscas reconocimiento, confiésalo y reconoce que lo haces por ti y no porque alguien te obligue. Concédete el derecho de buscar reconocimiento haciendo cosas para los demás. Si realizas tus tareas con alegría en lugar de criticarte mentalmente, la vida te parecerá más agradable y te volverás más flexible y ágil.
Fuente: Lisa Bourbeau - Obedece a tu cuerpo. ¡Ámate! |