Insistir en algo que no funciona es como ponerte un zapato que no te sirve más: te queda chico, aprieta, duele, causa ampollas y a veces hasta sangra.
Te das cuenta que lo mejor es estar descalza. Es mejor dejar totalmente libre el corazón mientras se vive y dejar libres los pies mientras se camina y se crece. Porque cuando las personas van creciendo el número cambia. Y eso en lo que tanto insistías un día no te sirve más.
Muchas veces en la vida tienes que olvidar lo que quieres para empezar a entender lo que te mereces.
Autor desconocido