No dejes que los demás opinen tanto sobre tus ideas, en especial si sientes que donde las comentas te cortan las alas, las ganas y la inspiración. Elije bien los recipientes donde depositar tus sueños y proyectos.
El ser humano para llegar a sus metas necesita pesonas que crean en él, que lo motiven, que lo escuchen interesados y que lo animen a continuar.
Pero es real que existe el ánimo de competencia entre muchos, y que también existe la envidia, y el celo por los logros de los demás. Por eso hay que saber elegir dónde compartir nuestros planes, desafíos e ideas creativas y novedosas.
Muchas personas necesitan destacar llevando siempre la contraria. Tienen una manía o costumbre insana y constante de cuestionar todo, de contra-atacar con antagonismo apasionado las ideas de los demás con tal de distinguirse y sobresalir. Lo que no saben es que con ese modo de ser generan rechazo constante del entorno, y los demás terminan cansándose de sus presencias. Mientras ellos se emocionan siendo opuestos a todos, cuestionando todo, criticando todo, los demás terminan alejándose de ellos asqueados de su presencia agotadora.
El final de la historia es que si en verdad tu idea llega al éxito, muchos te dirán que siempre creyeron en ti, es cierto. Y ya será cuestión tuya poner en juego tu capacidad de perdón, de reconocer públicamente quiénes fueron realmente los que se mantuvieron a tu lado en momentos de grandes tormentas creyendo en ti. Y despidiendo con una deliciosa sonrisa a quienes, jugando con una hipocresía patética, afirmaron ser quienes jamás fueron: los fieles y auténticos amigos que confiando o no en tu idea se mantuvieron a tu lado, firmes y fieles a la relación, pase lo que pase luego con tus proyectos.
Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena |