PIES (Parte I)
Bloqueo físico:
Los problemas en los pies son muy numerosos.
Bloqueo emocional:
Como los pies son el medio por el cual las piernas pueden avanzar, representan el medio utilizado para ir hacia adelante en la vida. Tener problemas en ellos significa que la persona no encuentra los medios necesarios para avanzar, ya sea que sienta demasiados miedos, que se deje detener por los demás o que sienta que la detienen. No está segura con respecto a la dirección a seguir. Este problema también puede indicar que la persona tiene la impresión de estar parada siempre en el mismo lugar, de no avanzar. Además, puede ser una persona a la que le gustaría huir y no está suficientemente arraigada en la Tierra o en el mundo físico. Se aísla de la realidad material a causa de sus temores. También puede producirse dolor en el pie en una persona que tiene miedo de que la pongan "de patitas en la calle", es decir, que la cesen en sus funciones. Si los pies duelen más durante el reposo que en la actividad, indica que la persona no se permite detenerse a descansar. Quiere ir demasiado rápido o hacer demasiado para lograr sus metas. Se valora mucho por sus acciones.
Bloqueo mental:
Tus pies son muy importantes para tu cuerpo físico. Existen para sostener todo tu organismo y para ayudarte a avanzar en la vida. Te dicen que tienes que hacerlo alegremente, con entusiasmo y de manera relajada. Los pies son la parte de tu cuerpo que está en contacto directo con la Tierra, y simbólicamente, esta representa a nuestra madre. Todo problema en los pies te dice que te mantengas bien arraigado a la realidad del "aquí y ahora", teniendo más confianza en el Universo y en tu intuición. Corre, vuela, no dudes en tomar los medios que consideres necesarios para avanzar. No te dejes "pisar" por nadie. Esto te dará la ocasión de vivir experiencias diferentes y de descubrir tus talentos ocultos. Siéntete sostenido y la vida te sostendrá.
Fuente: Fuente: Lisa Bourbeau - Obedece a tu cuerpo. ¡Ámate!
PIES (Parte II)
Los pies representan mi contacto con la tierra y su energía alimenticia. Están relacionados con las relaciones que vivo con mi madre así como los conflictos frente a ésta, los cuales pueden remontarse tan lejos como mi concepción. Mis pies me dan estabilidad en mis desplazamientos hacía un objetivo, un deseo o una dirección. Me ayudan a sentirme seguro en relación con el Universo. Representan la posición que tomo frente a las situaciones que se presentan ante mí. El hecho de tener el pie izquierdo más fuerte que el derecho (o viceversa) me informa de las diferentes tendencias que tengo a la hora de dar prioridad en mis desplazamientos o contactos con el suelo, tanto físicos, como mentales o espirituales. Además, si ando con los pies girados hacia el exterior, puedo vivir confusión frente a la dirección tomada o tener una dispersión de mis energías en diferentes proyectos, mientras que si mis pies están girados hacia el interior, vivo en un cierre o una resistencia frente a las direcciones a tomar en mi vida.
PIES (parte III) DOLENCIAS
Gracias a mis pies me desplazo en el camino de la vida. Mi cerebro es el centro de mando de mis pies.
La ciencia de la reflexología nos explica que todo nuestro cuerpo está repartido en la superficie de nuestros pies. Por lo tanto, todos los problemas que puedo vincular a mis pies me permiten saber qué parte de mi cuerpo me está hablando.
Un problema vinculado con mis pies me indica un conflicto entre la dirección y el movimiento que tomo, y manifiesta mi necesidad de más estabilidad y seguridad en mi vida. El futuro y todos sus imprevistos me dan miedo.
Cuando me duelen los pies, tengo que ralentizar el paso. ¿La causa es el aburrimiento o el desánimo frente a todas las responsabilidades y frente a todas las cosas que tengo que hacer y que me parecen imposibles de realizar? ¿O al contrario, puede que vaya a 300 km/h y mi cuerpo me dice de ir más despacio antes de “tener un accidente”?
Una rampa en el pie indica a qué nivel se sitúa la duda o el rechazo de adelantar, o bien cuál es la dirección que me asusta tomar. ¿El bloqueo está dentro de mí o fuera? Tengo que posicionarme en una situación dada y puedo tener miedo de resbalarme y ya no sé en qué pie apoyarme.
Los pies planos indican una columna vertebral muy recta, muy rígida, y por lo tanto, tengo una estructura menos flexible. Al no haber ningún espacio entre todo mi pie y la tierra sobre la que camino, muestra que mis límites personales no están bien marcados. Me siento pues vulnerable y, para protegerme, esquivaré la superficie de las cosas en vez de crear un contacto más profundo y arraigarme adecuadamente, tanto en una relación afectiva, como en un trabajo, como en cualquier otro campo. Esto también tiene como consecuencia que mi trabajo estará entremezclado con mi vida privada, ambas solapándose, poco importa lo que suceda y en detrimento del resto de mis relaciones.
Al contrario, si tengo el puente del pie alto, esto me revela que tengo un desplazamiento más pesado y una columna vertebral muy cargada. Esto revela también que claramente separo mi vida pública de mi vida privada. Esto me lleva a estar apartado y silencioso, teniendo dificultad en iniciar una comunicación y anticiparme a los demás.
Un freno a mis emociones frente a la dirección que tengo que tomar en mi vida, se traducirá por unos pies hinchados y el exceso de estas emociones que se liberan se traducirá en transpiración.
Los pies fríos me llevan a cuestionarme sobre mi relación con mi madre y ver qué puede llevarme a tener los pies fríos, incluso helados. Puede tratarse de que encuentro mi relación con ella distante y fría.
Por lo tanto, tengo que amar mis pies, porque ellos son los que llevan todo mi ser en el camino de la vida. Cuanto más los amo y los acepto, más fácil será que cumplan con su función.
CALLOSIDADES o CALLOS EN LOS PIES
Voy hacía delante con mis pies pero algo me dice que hay algo que rasca un poco… Es la callosidad, este pequeño bulto que me indica una actitud de aprensión en mi vida presente. Es el temor a andar hacia lo desconocido con confianza porque no consigo espontaneidad, haciendo las cosas simplemente. A mí me cuesta ir hacia delante. Me lanzo hacía el futuro pero dudo y empujo demasiado o quizás no lo suficiente. Busco primero la causa. ¿Qué es lo que me hace vivir esto? ¿La tristeza y la pena, el temor a no tener éxito? Naturalmente, puedo reducir el grosor de mis callos pero es insuficiente si no trabajo con la verdadera causa. Acepto ver lo que me molesta y me impide ir hacia delante. Así estaré más en armonía con la vida. Mi confianza en el porvenir aumentará.
PIE DE ATLETA o MICOSIS entre los dedos de los pies
La micosis aparece bajo forma de comezón. Una piel con costra y hendida indica que estoy irritado o contrariado, que me siento limitado o incapaz de andar como quiero y hacia donde quiero. Tengo dificultad en aceptarme tal como soy y quisiera tener la aceptación y la aprobación de la gente que me rodea, igual que el “atleta” que tiene éxito y le adoran. Esto me produce un estrés y un dolor interno. La irritación de los dedos de los pies está vinculada con los detalles y las direcciones a seguir para mi futuro, con lo abstracto y la energía. Son miedos y falta de comprensión. Puedo visualizarme en un camino en el que me resulta agradable andar y en el que me siento en total seguridad. Esto me ayudará a soltar los miedos y me aportará más armonía en la vida.
VERRUGAS EN LA PLANTA DE LOS PIES
(leer también: CALLOSIDADES o CALLOS EN LOS PIES)
Una verruga en la planta del pie se manifiesta habitualmente por la aparición de una pequeña partícula transparente debajo del pie, alrededor de la cual se forma una callosidad, provocando dolor cuando está bajo presión. Una verruga en el pie me indica que vivo temores frente a mi porvenir y frente a mis responsabilidades. El dolor que provoca puede hacerme comprender que siento ira en mi modo de concebir la vida. Es probable que me deje parar fácilmente por las pequeñas dificultades que se me presentan. Puede también que desvalorice mis capacidades o habilidades físicas en los deportes. Puedo ser muy buen deportista por encima de la media y vivir desvalorándome, pues me obligo siempre a ser el mejor o a estar siempre excelente en cualquier circunstancia. Puedo tener la sensación de que mis pasos no son tan buenos como los ajenos. También tengo la sensación de “jugar al hockey con los pies”, es decir, que me comparo con los demás y que me siento muy inferior en relación a su capacidad física. Mi cuerpo me dice que es inútil hacerme tanto daño y que puedo adelantar en la vida con total confianza. Tengo que aceptar tanto mis fuerzas como mis debilidades, y perseverando, yo también puedo tener éxito.
Fuente: “El Gran Diccionario De Las Dolencias Y Enfermedades” de Jacques Martel |