¿Es posible que, aunque ya soy un adulto, tenga miedo de mi padre?
Sí. Muchas veces lo podrás observar conectado con el miedo al lugar o función que ocupas dentro de la sociedad. Por ejemplo cuando tienes miedo, o excesivo respeto, a tus superiores en el trabajo.
Miedo al padre = miedo a cualquier figura de autoridad en el mundo laboral o social.
Desafío a la autoridad = desafío al padre.
Si escondes facetas tuyas a tu padre por miedo a que no las apruebe, también es posible que las escondas a la sociedad por ese mismo temor a ser rechazado.
Pero es posible que el padre del que hablamos ya haya desaparecido… y sin embargo continuemos escondiéndonos.
¡Claro! Tienes que comprender que “el padre no existe, no hay nada afuera, exterior”… es en realidad miedo a una parte tuya no integrada que continua ejerciendo de padre interior. Difícilmente solucionaremos problemas exteriores sin reflexionar sobre los desajustes de nuestro propio sistema interior.
“¿Que parte de mi, y para qué, se niega a seguir las reglas? ¿Qué beneficio obtengo saltándome esas reglas?
Aquello que ocurre en el trabajo es la antesala -o puede funcionar como un espejo que refleje- algo que está a punto de suceder en la vida más personal o íntima. Es un maravilloso indicador sobre el que hay que estar atento.
El miedo es un muro que nos aislará.
Fuente: Plano Sin Fin |