Existen diferentes variedades de leches: almendras, arroz, alpiste, anacardo, cáñamo, coco, chufas, nueces, pipas de girasol y calabaza, sésamo, soja, trigo sarraceno…
Son bebidas de fino sabor, contenido nutricional y propiedades curativas, cuya diversidad en cuanto al ingrediente principal se clasifican en las preparadas con:
1. Legumbres (soja)
2. Cereales (arroz, avena, cebada)
3. Frutos secos o nueces y semillas (almendra, avellana, ajonjolí, girasol, etc.)
CARACTERÍSTICAS
Aptas para intolerantes a la lactosa (azúcar de la leche)
Apropiada para alérgicos a la proteína de la leche de vaca (caseína, albúminas y globulinas).
Sus componentes son fáciles de asimilar aun con deficiente digestión.
Contienen menos grasa y son del tipo poliinsaturadas que benefician la salud cardiovascular.
Su naturaleza y proceso preservan al máximo sus nutrientes (vitaminas, minerales, fibra, ácidos grasos).
Excelente opción para regímenes vegetarianos.
Diversidad de opciones para quienes gusten experimentar nuevos y diferentes sabores.
Mejoran al sistema circulatorio, nervioso, la actividad mental y fortalecen al sistema inmune.
RECETA
Esta técnica es la misma que se utiliza para elaborar horchata tradicional.
Ingredientes:
-150 gr de almendras crudas (1 taza aproximadamente)
-1 litro de agua aproximadamente (preferentemente pura)
Preparación:
- Remoja las almendras en agua (entre 8 y 12 horas)
- Una vez remojadas, cuélalas para que se procesen mejor
- Pon las almendras en la licuadora y agrega el agua poco a poco
- Tritúralas con el agua. Ve agregando el agua poco a poco hasta alcanzar la textura que más te guste.
- Pasa la mezcla obtenida por una bolsa de tela, o una tela bien fina (algodón, lino o nylon)
- Estrújala, ordeña hasta la última gota.
- Ya tienes una leche de almendras lista para tomar y por otro lado la pulpa para realizar otras recetas.
SUGERENCIAS
Si no te da tiempo a remojar las almendras, muélelas tal cual. Tan sólo ten en cuenta que necesitas insitir un poquito más con la batidora.
Recuerda que puedes usar tanto almendras con piel como sin ella, siempre que estén crudas y sin sal.
Si prefieres endulzarla un poco, mézclala en la batidora con dos o tres dátiles frescos, sin hueso, hasta molerlos bien. También puedes endulzarla con azúcar mascabo, stevia, o saborizarla con harina de algarroba o cacao amargo.
También se puede condimentar con canela, anís, cacao o lo que tu imaginación cree.
Incluso la puedes usar para hacer batidos de frutas, helados caseros, pasteles,… incluso mayonesa o salsa bechamel. Pero para estas últimas, recuerda no dulcificarla.
La pasta de almendras que sobra puedes aprovecharla para multitud de recetas. Con la pulpa puedes hacer un paté, un dulce o puedes deshidratarla y hacer harina.
BENEFICIOS
La leche o bebida de almendras mejora los tejidos reduciendo enormemente enfermedades de piel, ayuda al sistema nervioso, protege las paredes del intestino y regula la absorción de azucares y colesterol.
Por su buena relación calcio/fósforo, la leche de almendras es un alimento ideal para niños y adolescentes, donde ambos nutrientes juegan un papel esencial en la formación y remodelación del hueso, también en mujeres gestantes o durante la lactancia, pues podría cubrir en parte los requerimientos minerales, y personas de edad avanzada, donde una dieta rica en calcio constituye una medida importante de prevención contra el desarrollo de la osteoporosis.
Contiene fósforo, potasio, magnesio, calcio, hierro, azufre, cloro, aluminio, manganeso, cobre, cinc, vitaminas A, E, B 1, B 2 y PP
Zona Positiva |