“Me siento plena y feliz conectada conmigo misma, conociéndome y aceptándome.
Es una elección que te da la vida, querer estar contigo misma o elegir compartir ese amor con una pareja, pero que estar con alguien sea una elección, no una necesidad”.
Convengamos que, culturalmente, la palabra “soledad” está muy mal vista, y lo primero que se busca es escapar de ella. A pesar de esto, hay quien dice que estar sola tiene su encanto y su atractivo.
Es común confundir soledad con carencia, porque lo relacionamos con la falta (carencia) de compañía. Se tiene la “creencia” de que hacer cosas sola es tedioso, aburrido y triste, porque eso significa que algo me está faltando para percibirme completo (me falta la media naranja, como se dice).
Sin embargo, muchas hallamos en este estado un sentimiento de completa libertad, autonomía e independencia. Disfrutando esa sensación de conexión interna, tan placentera, donde aprender al ritmo del propio SER, es maravilloso.
Cuando uno deja de resistir esa soledad y le da permiso para que se manifieste, sin interpretaciones, se tiene la posibilidad de descubrir una dimensión, más allá de los sentidos. Una dimensión placentera en la que desearíamos permanecer. Un lugar donde conectamos con nuestro ser original. Es el espacio donde descubrimos nuestra verdad. Y es ahí donde sentimos y disfrutamos, del verdadero placer de estar solas.
Cuando aprendes a disfrutar de tu soledad es porque estás en buena sintonía contigo y sabes que tú eres tu mejor compañía. Y ya no buscas tu media naranja para sentirte completa. Cuando buscas esos momentos de reflexión, de dedicar tiempo a estar contigo misma, es que estás comenzando a descubrirte a conocerte. Y es el primer paso en tu desarrollo personal.
La soledad elegida tiene el beneficio de que puedes auto-crearte estados emocionales confortables. Cuando aplicas esto a tu vida el bienestar interior pasa a ser prioridad para disfrutar de una vida plena.
Contar con una familia, amigos y demás relaciones es fundamental y son indispensables en nuestras vidas, pero eso no nos tiene que privar de elegir vivir la hermosa sensación que nos brinda el conectarnos con nosotras mismas.
Y tú, ¿qué opinas de tu soledad?
Analia Ungaretti
Fuente: analiaungaretti.com |