Entre el pasado y el futuro. Hemos terminado un ciclo y estamos ante las puertas del siguiente. (Lee más aquí). Como en el entreacto de una obra teatral. Ahí estamos nosotros. Asimilando un final y concienciándonos para lo siguiente.
Durante este intervalo tenemos que tener paciencia. Ya que si nos lanzamos con todo ahora podemos encontrar un freno. Las ganas están. Pero con todo el movimiento, lo mejor es dejar que las cosas se asienten un poco.
El deseo por avanzar es enorme. Pero hay un freno. La ansiedad por arrancar puede hacernos cometer errores. O tal vez el freno venga por otro lado. Lo mejor es esperar un poquito más.
Lo que te retrasa, te salva. Este es el lema ahora. Sea cual sea el impedimento para ir a por lo que quieres, hay un motivo. El universo quiere que avances, pero en el momento adecuado.
Grandes cambios se aproximan por el horizonte. Dejamos el pasado definitivamente atrás. Nos preparamos para ir a por nuestra meta. Un poco más de paciencia. En breve podremos decir: Preparados, listos, ¡YA!