Una mujer que se ama no permite que cualquier hombre entre a su templo. Una mujer que se ama, ama su cuerpo y no lo vende para promocionar la desvalorización en contra de su género. Una mujer que se ama se refleja en sus ojos y los ojos son la ventana del Alma. Una mujer que se ama reconoce al hombre que la ama cuando lo mira a los ojos y en el encuentro de Almas, siente el amor mutuo. Se aman desde el Alma y son afines porque es un hombre que también se ama. Es el encuentro de dos Dioses unidos en un sólo SER creando el Universo.
Evelyn González