Cierra los ojos. Imagina que, de repente, desaparecen todos los seres del planeta, todos los animales, todas las construcciones y toda la naturaleza. Sólo quedas tú, en la oscuridad, en la soledad. Pero dentro de ti el mundo sigue existiendo tal y como sólo tú lo crees, como lo has vivido, como lo has sentido, como lo has creado.
Si pudiéramos visualizar el mundo desde la perspectiva de cada ser, veríamos mundos infinitos. Tanto buscar a un Dios en las leyendas, en las historias escritas e inventadas, en las creencias forjadas y tergiversadas por otros y no está ahí fuera. Está dentro de ti, porque si desapareces, el mundo se borra, se convierte en nada.
Lo que se llama deidad no es más que la suma de la energía de cada ser vivo y no tiene que estar unida, sino que está repartida como las estrellas en el firmamento.
El milagro es la diferencia y por eso eres tan importante como el resto de trocitos de Dios.
Autor: Markius Rodez |