Algunas de las quejas más habituales son:¿Por qué otros han llegado a altos puestos de trabajo y yo no? ¡Todos ya tienen su hogar, su pareja, su familia, sus hijos y yo nada! Muchas de mis amigas están guapísimas, tienen cuerpos cuidados, se arreglan... ¡y míreme a mi! Mi vida es un total desastre ¡y la de todos parece casi perfecta! No tiene sentido vivir así... ¡No quiero vivir!No se trata de no querer vivir... se trata de no querer vivir esa vida que tienen ahora mismo.Pero, ¿cómo cambiarla? ¿cuál es el motor principal para lograr los cambios? Muchos responderían: ¡las ganas!... No, las ganas son la gasolina que mueve el carro, sin duda pero, ¿hacia dónde iría el carro si se pusiera en marcha? Ha de haber un destino, una meta, una inspiración.No llegarás a ningún lado si no te propones objetivos, pero no cualquier objetivo, tu objetivo tiene que incluir la ilusión, el deseo, la pasión, el sueño de palpar ese sitio, de pisarlo tras un arduo recorrido ¡y clavar la bandera!Es como subir las montañas atravesando miles de maniobras agotadoras, arriesgadas, que por momentos nos hacen bajar los brazos y perder totalmente la fuerza, la confianza en nosotros y la capacidad de continuar... pero aún así, ningún excavador abandona su ilusión de llegar a la cima, y una vez arriba casi sin poder respirar, clavar por fin la bandera con sus manos dañadas y congeladas.Tenemos que buscar aquello que nos inspire, que nos despierte motivación REAL, auténtica, que nos haga latir más rápido el corazón, y que nos llene de emociones cada fibra del cuerpo.Y si no la hay, si no la encontramos, buscar puntos de apoyo donde reflexionar sobre nosotros, ¿por qué no podemos o no nos animamos a soñar? Las metas son gratuitas, todos podemos tenerlas, si no surgen como un motor natural dentro nuestro, algo las está frenando, y tenemos que buscar caminos que las faciliten, un espacio de trabajo para enfrentamientos con nosotros mismos, con nuestra historia, con nuestros fantasmas... pero también existen otros vínculos que la vida nos puede regalar, que nos ayuden a pensar mejor en esos impedimentos para simplemente soñar e ilusionarnos con metas.Cuando te las propongas, cuando el destino, el objetivo de lucha, la ilusión se encuentren contigo y lo veas todo claro, y lo sientas en lo más profundo como una gran inquietud a la que llegar, acelerando el recorrido de la sangre en tus venas, verás cómo tú mismo irás facilitando caminos, rutas mentales se irán dibujando como mapas en tu interior, los primeros pasos, los siguientes... y la trayectoria se irá reconstruyendo con el tiempo y siempre con tus ganas... que jamás se suelten tu meta y tus ilusiones ¡uno con el otro son la garantía de que llegarás!Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com |