XII - El Colgado: Hacer una pausa y actualizarnos

Esta semana es momento de dejar las cosas quietas y hacer un paréntesis. Se trata de pasividad, de estar en standby, así que podemos suspender o postergar planes o metas. También es una semana de sacrificio, de restricción y de dejar ir.

Cuando hablamos de sacrificio, estamos hablando de hacerlo voluntariamente y por decisión propia, no por obligación, para poder tener un nuevo punto de vista. Podemos estar sacrificándonos por un bien común o dejando algo para conseguir algo mejor. También tenemos que plantearnos si el sacrificio que estamos haciendo realmente merece la pena o si nos estamos esforzando por algo que no lo vale.

Si existe alguna situación que está detenida, en standby, o hemos llegado a un punto en que no podemos hacer nada, que no podemos actuar, es momento de esperar. Si nos hemos estado esforzando por algo, es como plantar una semilla: Tenemos que esperar que germine para ver los frutos. Pero si se trata de una situación que se está alargando demasiado, tal vez tengamos que considerar el cambiar de rumbo, pero recordemos que esta semana es para no hacer nada de momento.

Tenemos que hacer una pausa en nuestras vidas para poder ver dónde estamos parados o si vamos por el camino correcto. A veces intentamos mirar las cosas desde todos los ángulos posibles y nos damos cuenta de que no funcionan. En ese caso, es momento de cambiar el enfoque y dejar ir para poder avanzar.

También podemos estar haciendo esfuerzos desmedidos para encajar, renunciando a nuestra propia forma de ser. Hay que diferenciar entre sacrificarse un poco y ceder en algunas cosas, y renunciar a ser nosotros mismos.

Aunque esta semana sea de pasividad, tenemos que fijarnos si estamos llegando a una situación de abandono y dejadez con nosotros mismos, ya que de ser así, podría estar mostrándonos falta de autoestima y de valor.

Y hablando del valor, tenemos que llegar a un equilibrio, tanto en lo material como en lo personal. En lo material, tenemos que mirar lo que ganamos y lo que gastamos, lo que entra y lo que sale. En lo personal, tenemos que mirar lo que damos y lo que recibimos. Tenemos que equilibrar la balanza del valor.

Sería muy positivo revisar nuestras creencias, lo que decimos y cómo nos hablamos a nosotros mismos. Recordemos que lo que afirmamos se convierte en nuestra realidad, así que reflexionemos si lo que estamos afirmando es lo que realmente queremos para nuestra vida.

Piensa: ¿Qué es lo primero que dices por la mañana al despertar? ¿Y lo segundo? ¿Y lo tercero…? ¿Son pensamientos enriquecedores o pensamientos de pobreza? ¡Estamos creando nuestra vida con ellos!

Por otro lado, es posible que estemos en una encrucijada y tengamos que tomar una decisión. Es momento de dejar atrás relaciones tóxicas que nos hacen daño, aunque si profundizamos, lo que tenemos que dejar ir en realdad es nuestra visión de esas relaciones. La gente nos hace daño sólo hasta donde nosotros lo permitimos. ¿Hasta dónde estamos permitiendo que nos hagan daño? Tal vez tengamos que revisar hasta dónde ponemos los límites.

También podemos revisar los mensajes que recibimos en la infancia, ya que esos mensajes se quedan grabados en nuestro inconsciente como creencias. Analicemos esos mensajes y las creencias que tenemos hoy. Posiblemente, muchas de las creencias que dimos por sentadas en nuestra niñez, ya no tengan validez en nuestra vida ahora. Es momento de actualizarnos y ajustarnos al momento presente.

Esta semana se trata de pasividad externa, pero de mucha reflexión interna. Hacemos una pausa en nuestras vidas para ver dónde estamos y hacia dónde queremos ir a partir de ahora.

¿Para qué nos estamos sacrificando? ¿Realmente merece la pena? ¿Estamos en el camino correcto? ¿O tal vez necesitamos plantearnos el cambiar de rumbo? ¿Nos estamos esforzando de forma coherente o estamos anulándonos a nosotros mismos para encajar?

¿Nos valoramos? ¿Hay un equilibrio entre lo que damos de nosotros mismos y lo que recibimos de los demás? ¿Tenemos relaciones nutritivas o relaciones tóxicas? En las relaciones tóxicas, ¿hasta qué punto hemos permitido nosotros esas relaciones? Y en lo material, ¿hay un equilibrio entre lo que entra y lo que sale?

Revisemos nuestras creencias: ¿Cómo nos hablamos a nosotros mismos? ¿Qué mensajes recibimos en la infancia? ¿Qué opinamos ahora sobre esos mensajes? ¿Qué creencias tenemos hoy? Esas creencias, ¿siguen siendo útiles para nosotros o tal vez es momento de cambiarlas? Fijémonos cómo las creencias que tenemos se manifiestan en nuestra realidad. ¿Te gusta lo que ves?

¡Es momento de actualizarnos!

¡Feliz semana!

Eva – Zona Positiva

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