Demasiadas veces nos decimos: "A mi me gustaría conocer tal tipo de personas, me encanta este tipo de gente, quisiera tener una pareja que cumpla con tales formas de ser, el tipo de amigo que me fascina es aquel que es de esta manera, porque son personas plenas, sanas, intensas, inteligentes, con buenas vibraciones, con energía contagiosa, que te enseñan, que te aman, que creces con su compañía, etc."
Bien, y digo yo, ¿qué tal si empezamos buscando a ese mismo tipo de personas dentro nuestro? ¿qué tal si en lugar de exigirlo afuera, lo encontramos adentro primero? ¿qué tal si nos esforzamos un poco más en dar al mundo lo que soñamos ver en otros? El dicho popular nos recuerda: "Comencemos por casa..."
Es ya una mala costumbre cada vez más frecuente ver que exigimos afuera lo que podríamos dar desde adentro, y es de poco inteligentes hacerlo.
Si el potencial lo tenemos, ¡desarrollémoslo!
Incluso a la hora de hablar o hasta discutir con otros, que no nos puedan echar en cara: ¿y tu qué me pides si no das nada?
Y qué gusto da poder decir al otro: por supuesto que te pido lo que yo ya sé que te doy; si te pido comprensión es porque antes te la di; si te pido justicia es porque es ley de vida para mi, y yo la cumplo antes que pedirla; si te pido esfuerzo de cualquier tipo es porque yo también tengo muy claro que me esfuerzo. No podemos pedir a los demás lo que nosotros no damos, no podemos pedir nada a nadie si nosotros no nos anticipamos y lo brindamos antes; se le llama CONSCIENCIA TRANQUILA, saber que damos lo máximo, antes de reclamar lo mismo.
¿Cómo sería el mundo si cada uno diera lo máximo que puede? No pedimos seres perfectos, pedimos seres que con pasión den lo máximo que esté a su alcance desde sus limitaciones humanas.
Y pensémoslo con lógica: si damos antes de pedir, los demás tendrán quizás más para dar, dar el ejemplo es un buen comienzo. ¿Queremos un ser feliz a nuestro lado? intentemos ser felices primero para atraer a seres felices después. ¿Queremos un ser inteligente, profundo y sabio a nuestro lado? Comencemos con nosotros mismos. ¿Damos al mundo lo que queremos encontrar? Si queremos atraer luces, tenemos que comenzar por encender la nuestra, es un buen comienzo, una buena señal para motivar a otros y al mismo tiempo llamar a seres parecidos a nuestro lado.
Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com
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