Demasiado popular es la frase: "el tiempo se encargará", cuando en realidad el tiempo sólo es un complemento más de todo lo que entra a jugar a la hora de sanar heridas. El tiempo sólo es el recorrido que se transita en horas, días o años, para que ciertas situaciones se superen, se asuman, se procesen.Pero durante ese tiempo el que se remanga y trabaja en ti eres tú mismo. No pongamos afuera lo que en verdad viene como solución de adentro. Porque es sacarle protagonismo a tu verdadera capacidad para salir adelante ante conflictos profundos.Si juegas al distraído, no podrás superar nada. Pero si te remangas ante el problema, buscas hablarlo, enfrentarlo, volcarlo en espacios seguros, a solas o acompañado, pero hacerte cargo de lo que te está dañando, quedar al desnudo ante un espejo y descubrir las verdaderas heridas, ver qué parte de ti no para de sangrar, limpiar del modo más suave posible pero profundo todo lo que está aún abierto, desinfectarlo, introducir en ese sitio de grandes sufrimientos elementos nuevos y limpios que lo vayan lentamente fortaleciendo, generando piel nueva para ti, cicatrizando por fin la herida... toda esa tarea es tuya, te pertenece, es un logro que lo alcanzas tú por tus medios, valentías y esfuerzos. Y el tiempo sin duda ayuda, pero el mismo tiempo está condicionado por ti. Si eres fuerte y perserverante el tiempo será más corto; si eres débil, y si hay demasiados miedos y frenos, el tiempo para cerrar las heridas y superarlas se alargará.Como sea, no nos engañemos, el tiempo sólo es una consecuencia de lo que nosotros mismos demos de nuestro interior para salir adelante ante cada caída, decepción, angustia, dolor... Si das lo máximo de ti, si no causas demoras, si no te distraes con otros temas, si no esquivas tus miedos, si los enfrentas, te remangas, decides de una vez por todas ir a las raíces de tus problemas y enfrentarte a ellos sin adornos, todo duelo será más corto, y toda mejoría será más inmediata.Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com |