- ¿Quieres ser mi amante junto con un harén de mujeres, todas tratando de captar mi atención?
- No, gracias.
- Hola, ¿quieres ser mi maestra afectiva?
- No, gracias.
- ¿Quieres ser mi terapeuta gratis?
- No, gracias.
- ¿Quieres ser mi madre sustituta y amarme incondicionalmente, me comporte yo como me comporte?
- No, gracias.
- ¿Quieres dar muchísimo más de tu parte en nuestra relación, ya que yo tengo muchos y variados problemas y falta de solvencia?
- No, gracias.
- ¿Quieres escuchar todas mis dificultades emocionales profundas, mis desorientaciones vitales y mis traumas y no recibir a cambio la misma atención?
- No, gracias.
- ¿Quieres esforzarte tratando de convencerme de que me entregue y me comprometa afectivamente, y disculpar mis idas y venidas?
- No, gracias.
- ¿Quieres alimentar mi ego dañado e inflado escuchando mis maravillosas ideas, mis logros profesionales y mis proyectos pero sin que yo corresponda porque me cuesta mucho prestar atención a alguien que no sea a mi mismo?
- No, gracias.
- ¿Quieres sentir que soy un poco más importante y valioso y que tendrías que estar muy satisfecha de que alguien que podría estar con muchas mujeres más te mire?
- No, gracias.
- ¿Quieres disculparme siempre, pasar por alto mis comportamientos insanos, no molestarme con confrontaciones y perdonarme porque "no me sale hacerlo mejor"?
- No, gracias.
-¿Quieres ser una mujer función? ¿Una mujer que cumple una función de forma utilitarista girando alrededor de un hombre?
- No, gracias.
Texto de María Sabroso
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