Sin agua no habría vida en la tierra.
El 71% de la superficie terrestre está cubierta por agua, también el agua es el principal componente del cuerpo humano, un 70% aproximadamente.
El experimento con el agua
En 1994, un científico Japonés, el doctor Masaru Emoto tomó agua del grifo de Japón, cogió unas pocas gotas, las congeló, las examinó al microscopio electrónico y las fotografió.
Luego, a esa misma agua, la puso en unas botellas y con cinta adhesiva le pegó la palabra “Amor”, a otra botella le puso la palabra “Odio”, otra botella la expuso a música clásica, a heavy metal, familias le lanzaron pensamientos positivos…
Después congeló cada una de esas muestras y lo que descubrió fue algo sorprendente.
Las fotografías hechas al agua expuesta a los buenos pensamientos, a la música clásica, mostraban preciosos cristales hexagonales, parecidos a los copos de nieve, cada una de las fotos eran diferentes, unas mostraban formas hermosas, otras no.
Masaru Emoto hizo lo mismo con el agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma asimétrica, desestructurada, con colores apagados.
Experimentó con agua de diferentes partes del mundo, de Japón, Sapporo, Sendai, Tokio, Osaka, Londres, París, Nueva York, Vancouver, Buenos Aires y Manaos.
Agua del grifo, agua de manantiales, de fuentes, agua subterránea, de ríos, de lagos, de pantanos, hielo del antártico, lugares cercanos y lejanos a las ciudades.
También utilizó agua destilada para uso hospitalario.
¿Qué pasó?
Con las muestras del agua del grifo, no se formaban cristales y lo mismo ocurría en los ríos y lagos cercanos a las grandes ciudades.
Sin embargo en los ríos y lagos que estaban en medio de la naturaleza, lejanos a las ciudades, se pudieron observar bellísimos cristales, cada uno con su propia singularidad.
El agua expuesta a música clásica, tomó formas delicadas y simétricas, sin embargo cuando fue expuesta a heavy metal, a palabras feas o se proyectaron sobre ella pensamientos o emociones negativas, el agua en lugar de formar cristales hermosos, en su lugar se formaron estructuras caóticas.
Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos los cristales que se formaban tendían a imitar la forma de la flor original.
A través de sus investigaciones se puso de manifiesto que el agua no solo recoge información sino que también es sensible a los sentimientos y a la consciencia.
Esa información se hace visible al cristalizarse y ser fotografiada al microscopio electrónico.
Fotografías sacadas de la Web Oficial del doctor Emoto.
Las palabras respiran vida
Experimento con arroz que demuestra el poder místico de las palabras.
Una madre y un hijo se plantearon otro experimento que hicieron en casa.
Cocieron arroz, lo metieron en dos tarros de cristal y lo taparon con film de cocina, todos los días le decían “Gracias” a uno y “Estúpido” a otro.
El hijo, un niño de primaria, siguió con el experimento durante un mes.
Al acabar ese mes, el arroz al que le habían dicho “Gracias” desprendía un olor agradable.
El arroz al que le habían dicho “Estúpido” se volvió negro y desprendía un olor fétido.
Este experimento fue cobrando popularidad entre los lectores de “Los Mensajes del Agua” y muchos los repitieron e informaron al doctor Masaru Emoto de sus resultados.
Proyectar el pensamiento en el agua
Otro experimento:
El agua del grifo de Tokio nunca había formado cristales.
Un grupo de padres y madres, con sus hijos se reunieron en una habitación.
Todos se cogieron de las manos alrededor de una mesa que en el centro de esta se había colocado una botellita de agua (una muestra del grifo de Tokio).
A esa botellita de agua le expresaron “Gratitud”, “Agua te cuidaremos bien”.
Primero en voz alta y luego en silencio, cerraron los ojos y le lanzaron esos mismos pensamientos durante un minuto.
Después el investigador transfirió unas gotas de esa agua a placas de petri y las metió al congelador.
Tres horas más tarde, al observarla con el microscopio, los cristales eran preciosos, sin embargo, en el agua que quedó al margen habia una ausencia total de cristales.
Conclusión
El Dr. Masaru Emoto descubrió que los cristales formados en el agua congelada son muy diferentes dependiendo de los pensamientos que les lancemos.
Así que: Si los pensamientos afectan de esta forma a la realidad física del agua, ¿qué nos hará a nosotros que somos, en gran parte, el líquido elemento?
Masaru Emoto
El doctor Masaru Emoto nació en (Yokohama-Japón). Graduado en la Universidad de Yokohama y la Universidad Internacional como doctor en medicina alternativa.
Bibliografía
Mensajes del Agua 1 (1999), Mensajes del Agua 2 (2002), Mensajes del Agua 3 (2004) y Mensajes del Agua 4 “(2008). (Todos ellos son publicados por Hado Kyoiku-Sha). En noviembre de 2001, El agua sabe la respuesta (Sunmark Publishing) no fue publicada como una colección de fotografías.
Fragmento del documental “¿Y tú qué sabes?”
Fuente: Oliveriosatisfecho
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