Tu nacimiento, o tu forma de nacer, dejó una memoria celular que tiene un impacto enorme sobre tu persona. Aunque cada situación es única y cada bebé tiene su forma única de interpretar la realidad que vive, los estudios desvelan patrones emocionales y de conducta muy parecidos según el tipo de nacimiento que hayamos vivido.
En este punto he de aclarar también que en este proceso de nacer siempre hay dos historias. Una es la vivencia de la madre a la que llamamos parto y la otra es la vivencia del bebé a la que llamamos nacimiento.
Aclaro que es lo que vive el bebé que nace lo que marcará su comportamiento más adelante. Lo vivido en nuestra concepción, la gestación, el parto y la primera infancia se convertirá en un guión de actuación para nosotros. Es lo que los renacedores llaman guión de nacimiento, así como si se nos hubiese dado al nacer el guión de cómo habremos de comportarnos el resto de nuestra vida.
Puede que leer esto te haya hecho sonreír de manera escéptica. No me extraña, si es la primera vez que lo oyes es difícil de tragar. Sin embargo, hay mucha literatura y estudios al respecto donde puedes empezar a documentarte sobre las influencias de tu nacimiento en la vida adulta, si es que el tema te ha llamado la atención.
Ya hemos dicho que cada nacimiento es un suceso individual, único y especial pero que aún así ya hay patrones comunes que compartimos según hayamos sido prematuros, provocados o tardíos, hayamos nacido de nalgas o por cesárea, con el cordón alrededor del cuello o hayas acabado en la incubadora… Las condiciones físicas y emocionales particulares del momento de tu nacimiento hicieron que sacaras conclusiones sobre ti, la vida y la existencia que marcan hoy tu forma de ser y de mirar el mundo.
Algunos ejemplos:
* Cesáreas:
Insisten en hacer las cosas por sí mismos
Tienen tendencia a atraer a personas que se interponen en su camino
Tienen dificultades para terminar las cosas
* Parto con fórceps:
Luchan con la vida
No puedo hacerlo sola
Miedo a que le toquen
No les gusta sentirse controlados
* Cordón alrededor del cuello:
En las relaciones se sienten estrangulados a menudo
Reprimen sus emociones
Miedo a la intimidad
Asocian el riesgo al hecho de sentirse vivos
* Parto prematuro:
Tienen prisa e impaciencia por avanzar
No se sienten suficientes
Tienen ansias de afectividad
Suelen llegar temprano o tarde para compensar
* Incubadora:
Se sienten aislados y solos
Tienen problemas con la temperatura
Miedo al abandono
* Parto inducido:
Sienten que no son respetados
Se enfadan fácilmente
Les cuesta empezar las cosas
Tienen resentimiento cuando se les empuja
La forma en la cual nacemos es también nuestro primer éxito en la vida, nuestra primera autonomía, y a la hora afrontar nuestras autonomías posteriores se despertarán en nosotros las memorias de aquella primera vez. Tal como pudimos o supimos hacerlo en el nacimiento lo haremos después. Es nuestro modelo de éxito y es lo que solemos repetir en muchas áreas de nuestra vida, especialmente cuando emprendemos algo nuevo.
Pero, ¿qué pasa si el guión de nacimiento ya no es válido para ti?
Si este guión es doloroso, y lo puedes saber recordando cómo te hacen sentir los proyectos nuevos, los retos importantes y de responsabilidad, las cosas que tienes que hacer solo y por ti mismo… si, como digo, estos momentos vitales los vives con angustia, inseguridad o miedo, entonces es importante trabajar con las partes dolorosas de este guión de nacimiento.
Sobreviviste a tu nacimiento y hasta ahora has sobrevivido a tu vida. Pero justamente eso, tienes una sensación de estar sobreviviendo, como en una constante lucha por demostrar tu valía o merecer el amor y estás realmente cansado.
Puede que haya llegado el momento de que las cosas sean más fáciles, de que deshagas tu capa de dureza y te entregues a la vida de una forma más suave y amorosa.
“Ser plenamente conscientes de que nuestras creencias más profundas se convierten en el patrón de nuestras experiencias diarias y nos ayudará a sanarnos y a evitar sufrimientos inútiles.”
Bibliografía sobre el tema:
– Entrevista a Maria Luisa Becerra, renacedora, para La Contra de La Vanguardia
– Nacimiento y relaciones, de Sondra Ray y Bob Mandel
– La vida antes de nacer, de José Luis Cabouli
– La mente del bebé recién nacido, de David Chamberlain
– Los nueve peldaños, de Anne Givaudan y Daniel Meurois
Fuente: Tu Doula Online |