Detrás de todo momento de crisis, se avecinan dos cosas grandes en nuestra vida: rompimientos y cambios. Y junto con ellos, dos cosas obvias también: dolor por lo que se va, incertidumbre ante lo que viene.Aún cuando lo que se va no es ni lo mejor, ni lo más sano, ni algo que nos tenga en un estado de felicidad, sino todo lo contrario, el desprendimiento duele, porque hasta ese momento era la estructura física y emocional que nos sostenía. Así que, salir de ese estado de conformidad en el que a veces nos acomodamos psicológicamente, duele. Da miedo sacarnos esa supuesta "base" y por un tiempo quedamos sacudidos, expuestos, desequilibrados, con una realidad llena de vacíos, lo que antes nos llenaba, ya no más...Puede ser una familia, una pareja, un trabajo, un país, un barrio... hay tantos cambios en la vida y que no sabemos cómo enfrentar...Y el soltar algo a lo que sin darnos cuenta nos aferrábamos, nos deja expuestos como niños chicos que soltaron las manos de mamá o de papá, y tenemos que caminar a solas, a tientas, sin ver claro el camino, inseguros, en un recorrido nuevo que ni seguros estamos si lo queremos transitar... pero las vueltas de la vida nos colocan ahí, y ya no hay vuelta atrás, tenemos que atravesar el momento de crisis y salir enteros del mismo.Recuerda, se cancelan cosas importantes de tu historia, pero se inauguran cosas nuevas, y tienes que estar fuerte para vivirlas del mejor modo posible, rescatando de ti esos contenidos que están hundidos, ahogados en lágrimas, levantando tus partes caídas, toca ser tu mejor médico, psicólogo, amigo, confidente, consejero, cómplice de tus crisis... aprender de la soledad, y de cómo salvarte de ella, y poco a poco aparecen aspectos tuyos que desconocías, y que resultan ser tu mejor sostén y protección, tu motivador.Pero las crisis tienen ese otro lado maravilloso que es el inaugurar espacios nuevos, vínculos nuevos, y llegan tímidamente logros nuevos, sonrisas nuevas, gente nueva, momentos mágicos nuevos... Y se estrena una vida nueva, con más dolores y risas, con más crecimientos y descubrimientos de ti y de los demás...Transita tu crisis sin temor, porque es verdad, algo termina, pero sin duda alguna, algo comienza. El que no tengas certezas sobre el mundo nuevo que se abre, no es sinónimo de que serás menos felíz. Bríndate el beneficio de la duda y simplemente anímate a recorrer tu crisis y comenzar algo nuevo en tu vida.Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com |