Para algunos es difícil de creer, pero con los años se aprende esta gran verdad. El espacio interior tiene "objetos" que ocupan mucho lugar... ¡y es por esa misma razón que no podemos introducir cosas nuevas en nuestro interior!

Lo nuevo revitaliza, rejuvenece, motiva, oxigena, anima, desafía, y un largo etcétera de cosas sanas más.

Pero si lo antiguo tiene cargas densas, asfixiantes, agobiantes, con una nostalgia que duele, que aprisiona, que limita, entonces simplemente no habrá lugar para lo nuevo.

Al igual que hacemos en las mudanzas reales cuando nos trasladamos de un espacio viejo a algo nuevo, tenemos que tirar aquellas cosas innecesarias y reordenar aquellas que no son tan importantes ya en nuestro presente, pero que jamás se olvidarán, en rincones apropiados.
Reconstruyamos un interior espacioso, diferente, flamante… NUEVO.

Crear un mundo nuevo dentro nuestro no es para nada una tarea sencilla, pero si lo pensamos con lógica y si emocionalmente imaginamos lo que sucederá en nuestro interior, entonces entenderemos que es el movimiento más sano e inevitable que estábamos necesitando hacer para volver a la vida, para renovarnos.

Limpia tu casa interior, busca espacios y relaciones que te ayuden a hacerlo.

Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com