
Las “ovejas negras” de la familia, (tendrían que llamarse "leones de la familia") son en realidad buscadores natos de caminos de liberación para el árbol genealógico.
Decía Bert Hellinger:
Aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, saliéndose de los caminos marcados por las tradiciones familiares, aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras.
Las que no se adaptan, las que gritan rebeldía, cumplen un papel básico dentro de cada sistema familiar; ellas reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama en el árbol genealógico. Gracias a estos miembros, nuestros árboles renuevan sus raíces. Su rebeldía es tierra fértil, su locura es agua que nutre, su terquedad es nuevo aire, su apasionamiento es fuego que vuelve a encender el corazón de los ancestros.
Que nadie te haga dudar, cuida tu "rareza" como la flor más preciada de tu árbol.
Eres el sueño realizado de todos tus ancestros.
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