¿Cuál es la más inaccesible para ti?
Todas están ahí, a tu alcance. Todas brindan alivio, limpieza exterior e interior, firmeza, reconstrucción, mejorías. Todas son opciones viables en nuestras vidas. No se trata de ir lejos para conseguirlas, no tienen un costo desorbitante, no hay que luchar contra desesperantes batallas para obtener varios vasos de agua diarios, o un poco de ejercicio, o el abrazo de un amigo, ni el rayo de un sol que está todos los días transitando encima nuestro.
Quizás lo que cueste más es un buen descanso, mental y físico, porque sabemos que en tiempos de fragilidad interna o de malas ocasiones externas a muchos les cuesta lograrlo. Los nervios siempre encuentran sus caminos para manifestarse en nuestra vida... y las noches largas y angustiantes suelen ser uno.
Pero todo lo demás es un buen comienzo para simplemente intentar sentirnos un poco mejor. No serán la única herramienta que podamos utilizar, ni la definitiva, pero sí la primera... apartarnos de las tensiones, actuar donde nunca hemos actuado, dedicarnos a CUIDARNOS... sanarnos, limpiarnos, relajarnos, alimentarnos, fortalecer la estructura física que nos acompañará todo el recorrido de nuestra vida: nuestro cuerpo... nuestro tanque de combate, donde nos refugiaremos muchas veces agotados y sangrando para luego, ya más enteros, regresar a la lucha.
Si el funcionamiento biológico se va reconstruyendo el emocional también lo hará. Veremos y sentiremos todo distinto y mejor si por dentro estamos más estables y en armonía.
Muy simple de pensar, pero difícil de actuar. ¿Qué tal si tan solo lo intentas?
Se trata de tus herramientas de supervivencia y de encare con la vida. Las más básicas: tu cuerpo y tu psiquismo. Tu funcionamiento biológico y tu equilibrio emocional.
Con los dos trabajando en forma sincronizada verás la vida con ojos diferentes, con un ánimo diferente, con una fuerza diferente... cuesta creerlo pero hay una sola forma de comprobarlo: ¡INTENTÁNDOLO! Adelante, ¡es tu oportunidad para comenzar ahora mismo! Todas están ahí. Extiende las manos y tómalas, son tuyas y recuerda siempre que se trata de TU vida y TU cuerpo...nada más y nada menos.
Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com |
