Nuestra relación con el dinero viene determinada por nuestra relación con la madre.
En la medida en que “tomamos” a nuestra madre, mejor es nuestra relación con el dinero y mayor nuestra abundancia.
¿Qué es “tomar a la madre”?
Es nuestra decisión profunda (no mental) de aceptarla incondicionalmente como es, aunque en ocasiones no haya estado disponible para nosotros.
A la par que esa aceptación, es importante no estar como salvador de ella sino en el lugar del hijo/a, dejando su destino con ella y así darnos el permiso de vivir nuestra vida.
Tomar a la madre es renunciar al ideal de madre y aceptar a la madre real y humana que nos dio la vida. Es renunciar a exigirle lo que no pudo darnos y valorar y disfrutar la vida que sí nos dio.
El dinero sigue a la madre
Cuando el hijo/a se acerca internamente a la madre, aceptándola como es y agradeciéndole la vida, entonces el dinero está más disponible en nuestra vida.
El dinero es energía de vida y, a nivel sistémico, el dinero es una metáfora de la madre.
Dinero y madre son energías equivalentes
Quien exige a su madre o le reprocha, también exige al dinero.
El dinero no se queda con quien le exige sino con quien le agradece
El dinero no se queda con nosotros cuando le exigimos, sino cuando se siente respetado y agradecido. No se puede respetar y agradecer el dinero si no lo hemos hecho antes con nuestra madre.
Quien está enfadado con el dinero, está enfadado con su madre o con su destino.
De la misma forma que disfrutamos de nuestra madre, disfrutamos del dinero.
Quien valora la vida que su madre le dio, y a ella por hacerlo posible, valora el dinero.
Quien acepta a su madre incondicionalmente (más allá de lo que haya pasado), respeta el dinero.
Quien agradece a su madre la vida que le dio, y a ella por ser como es, aunque no esté disponible, agradece el dinero.
El dinero es energía de agradecimiento
El dinero se queda con quien le agradece, no con quien le exige que se quede.
Nuestra relación con el dinero es un espejo de si hemos aceptado incondicionalmente a nuestra madre tal como es.
Tomar a nuestra madre tal como es, nos conduce a fluir en la vida y a recibir todas sus bondades, incluido el dinero.
El dinero también necesita que se le agradezca su servicio, no que se le exija. Y necesita estar en movimiento. El dinero estancado pierde fuerza.
Cuando hay pérdidas de dinero: deudas, bancarrota, etc., suele ser por la expiación de una culpa no asumida. Esa culpa puede ser por un daño que uno ha hecho y no ha asumido, o puede ser una culpa no asumida de uno o varios ancestros del sistema familiar de esa persona; incluso a veces se puede estar llevando inconscientemente una culpa colectiva.
En esos casos, la persona tiene que tomar conciencia de los factores que le están influyendo en su dificultad con el dinero (y en cualquier área de su vida).
El sentimiento de abundancia es un sentimiento que viene de forma natural y es consecuencia de haber tomado a la madre.
Otra consecuencia de tomar/aceptar a la madre es el sentimiento profundo de estar en paz con la vida y poder disfrutar del dinero.
La sensación de que la vida es abundante y que en cada momento nos provee de lo que necesitamos es una certeza que no depende de cuánto tengo, sino de cuanto agradecimiento siento por todo tal y como es.
El dinero es energía de amor y agradecimiento, por eso cuando nos quejamos de lo que nos rodea o rechazamos a otras personas, empeoramos la situación y alejamos la abundancia de nosotros.
Además, tomar a la madre y al padre por igual, nos permite la confianza en que los recursos fluirán y, a la vez, en que tenemos la fuerza para generarlos a través de nuestro trabajo y nuestros proyectos.
Fuente: Cecilia Herminia Marquez (facebook) |