Lo primero a tener en cuenta es saber el concepto que tienes del dinero. ¿Consideras que es algo sucio? ¿Qué sólo las malas personas lo poseen? ¿Qué hace malvada a la gente? La respuesta es NO. La energía del dinero es neutra. Es la persona la que, cuando tiene dinero, saca su lado sucio o malvado.

Ahora, imagínate al dinero como una persona. ¿Cómo hablas de ella? ¿Crees que esa persona estaría a tu lado con lo que dices de ella? El primer paso es cambiar tu percepción del dinero.

El segundo paso es agradecer. Se trata de estar agradecido por lo que tienes. Si no agrades lo que tienes, ¿crees que el Universo te enviará más?

Míralo de la siguiente forma: tienes dinero para pagar tus facturas, tus rentas, tus alimentos, tu ropa, por lo tanto, agradece el hecho de poder permitirte pagar todo ello.

Atraemos lo que emanamos. Lo que damos hacia el exterior nos da energía de vuelta con las mismas características. ¿Qué emanas tú cada vez que pagas algo? ¿Tal vez agobio, escasez? Recuerda que lo que proyectes al exterior te va a devolver esa misma energía. Si te amargas cada vez que realizas un pago, el Universo te enviará más de esa energía. ¿Por qué no pruebas a agradecer el hecho de poder pagar? Si sientes agradecimiento por tener los recursos suficientes para pagar, si esa sensación comienza a ser constante, el Universo te mandará más de lo mismo, es decir, la garantía de seguir sintiendo agradecimiento, de poder siempre pagar tus gastos.

La palabra liquidez viene de líquido. Puedes ver al dinero como agua en un canal que siempre fluye. Puedes utilizar la necesaria y dejar que el resto continúe su camino. No es necesario acumularla.

La necesidad imperiosa de ahorrar o acumular dinero, es señal de temor y escasez. Si sientes la necesidad de ahorrar “por si acaso”, recuerda que el Universo te va a enviar esa misma energía de vuelta. Dicho de otro modo, si ahorras por si acaso, estás dando una finalidad a ese dinero, estás imprimiéndole esa energía, con lo que el Universo te enviará alguna situación para que ese dinero cumpla con la finalidad que tú mismo le has dado, es decir, hará realidad ese “por si acaso”.

Por supuesto, es diferente cuando ahorramos el dinero con una finalidad concreta, como comprar un coche, ya que a ese dinero le estamos imprimiendo una finalidad positiva, y no una energía de escasez. Si ahorras o acumulas dinero, pregúntate con qué finalidad lo haces, qué energía estás imprimiendo con ello.

Pregúntate si eres feliz con lo que haces con el dinero. Recuerda que la energía del dinero es neutra. El dinero no es malo ni bueno, es simplemente dinero. Lo que hagas con él es malo o bueno. Si haces cosas que te generen amor te garantizas una vida llena de recursos.

Eva, Zona Positiva