La versión de este cuento con el que la mayoría de nosotros estamos familiarizados, es la que termina con Caperucita siendo salvada por el leñador que mata al lobo malvado. Pero, de hecho, la versión francesa original de la historia (por Charles Perrault), no era tan agradable.
La mayoría de las historias que nos dejaron los hermanos Grimm y Charles Perrault fueron tomadas de las leyendas y tradiciones locales a lo largo de la Edad Media mientras viajaban por las aldeas de Europa. Muchos de ellos reflejan la psicología de la época, sus creencias, sus mitos… todos ellos arraigados en testimonios que los envuelven en un cierto “realismo mágico”. Una de las historias más antiguas, y quizás más notables, se puede encontrar en el cuento de “Caperucita Roja”.
Charles Perrault fue el primero en recoger la historia de la Caperucita Roja en 1697. Tuvo que incluirla en su colección de historias populares, aunque era una de las menos conocidas para la población europea. Ciertas imágenes eran tan brutales que él las cambió para hacerla conveniente para un público joven. Esa fue la primera vez que la historia de esta joven con su gorro rojo se dirigió a Europa.
El objetivo de la historia es advertirnos, mostrarnos que hay cosas prohibidas para nosotros como una raza humana, una comunidad y un grupo. En la leyenda, nuestros protagonistas son una adolescente, una joven que acaba de entrar en el mundo de los adultos, así como su gorra roja, un símbolo de la menstruación.
Esta joven recibe una orden de su familia: usted tiene que ir a través de un bosque para llegar a tomar el pan y la leche con su abuela. Como se puede ver, hasta este punto, las variaciones con la historia original no son demasiado grandes, pero tenemos que interpretar cada gesto y cada imagen. El bosque es un peligro, una zona de riesgo para los jóvenes y que se levanta como una prueba, como el rito de paso para una comunidad, con la que se muestra que los hijos de una persona han entrado en el mundo de los adultos.
El principal riesgo de este bosque viene en forma de lobo. Este animal simboliza la locura y lo irracional. Algo que nuestra Caperucita Roja ya sabe y tiene que enfrentar. La joven se las arregla para cruzar el bosque y entrar felizmente en la casa de su abuela, que la recibe en la cama porque está enferma. Todo esto es muy similar a nuestra historia clásica, sin duda, pero aquí vienen los cambios…
La abuela le dice a la niña que guarde el pan y la leche y que coma la carne que se le prepara en la cocina. La Caperucita Roja lo acepta y lo devora con hambre hasta que está totalmente satisfecha. Después de esto, ella obedece la siguiente orden de su abuela: tiene que quitarse la ropa, pieza por pieza, y quemarlas, y luego acostarse en la cama a su costado. La joven está de acuerdo, curiosa, pero sin dudar por un momento, sin pensar en lo extraña que es la situación, y cuando se va a acostar en la cama, descubre que es el lobo quien la recibe entre rugidos de risa, informándole que la carne que acaba de comer es la carne de su abuela. Ella ha cometido un pecado horrible, el canibalismo. Más tarde, el lobo devora a la Caperucita Roja.
El simbolismo está implícito en cada personaje: El lobo es el mundo sexual y violento. La vieja que es devorada por una niña, reemplazando así lo viejo por lo nuevo, mientras que lo nuevo se presenta como tonto e ingenuo por cometer uno de los mayores sacrilegios de la humanidad: el canibalismo. Como se puede ver, una de las historias más clásicas y amadas de nuestra infancia en realidad tiene un lado muy oscuro.
Originalmente ‘Caperucita Roja’ era una historia sangrienta y de terror
Quería enseñar a las adolescentes que no se dejaran convencer de “cualquier lobo”. En el cuento, el lobo invita a Caperucita a consumir la carne y sangre de la abuela.
Mucho antes de que los Hermanos Grimm popularizaran su versión de esta historia, en el siglo XIV los campesinos en Italia solían contar una historia llamada “La finta nonna,” que significa “la falsa abuela”. Aunque es bien parecida a la versión que conocemos ahora, hay unas diferencias claves. Primero de todo, la chica en la historia no tiene una capucha roja, el lobo es en realidad un hombre lobo, y al final del cuento, él gana (ningún cazador salva el día.)
Además, en vez de sólo comerse a la abuela de la chica, el hombre lobo engaña a la Caperucita para que se la coma con él. En algunas versiones, el lobo engaña a Caperucita para que se desnude para luego comérsela cuando está en la cama. En otras versiones ella escapa.
La primera versión escrita de la historia fue “Le Petit Chaperon Rouge” de Charles Perrault. Esta fue la primera vez en que la capucha roja fue añadida a la historia. Y fue con la intención de que las jóvenes damiselas tuvieran cuidado de los hombres, representados por el lobo.
Los Hermanos Grimm basaron su versión en la historia de Perrault. Sin embargo, ellos le añadieron un final feliz donde un cazador aparecía al rescate de la pequeña Caperucita y su abuela, sacándolas del estómago del lobo.
Fuente: La otra dimensión |