A menudo nos quejamos de cómo nos va la vida y no tenemos en cuenta que somos nosotros mismos los que creamos esas situaciones. Nos quejamos de nuestro trabajo, de nuestra casa, de nuestros amigos, de nuestra salud... Sin embargo, sería mucho más constructivo pararnos un momento y pensar por qué estamos como estamos.
Recordemos que todo lo que nos rodea, ya sean situaciones o personas, no son más que un reflejo de nosotros mismos. Lo que vemos a nuestro alrededor es nuestro propio reflejo transformado en experiencias, en personas, en situaciones.
Fíjate en lo que tienes alrededor, ¿te gusta lo que ves?
Tal vez te quejas de cómo te trata una persona. Y tú, ¿cómo te tratas a ti mismo? ¿no te has parado a pensar que esa persona no es más que un reflejo tuyo? Si tú no te tratas con respeto a ti mismo, no esperes que los demás lo hagan, pues los demás no hacen más que reflejar tu propio trato.
Si realmente quieres ver cambios a tu alrededor, tienes que empezar por cambiar tú. Tratate a ti mismo como quieras que te traten los demás.
A menudo veo personas que se quejan de que los demás no les tratan bien, pero no se dan cuenta de que así es como se tratan a si mismos. Los demás no hacen más que reflejar eso. Los demás no son cariñosos, pero es que ellos mismos no se tratan con cariño. Los demás no atienden sus necesidades, pero son ellos mismos los que no atienden sus propias necesidades. Se centran en lo de fuera, en los demás, en vez de centrarse en lo realmente importante: ellos mismos y su interior. No se dan cuenta de que lo exterior no es más que un reflejo del interior.
Son muchas las personas que me preguntan qué hacer ante situaciones como estas, y les explico esto mismo que estoy exponiendo. Pero son pocas las personas que realmente se dan cuenta y se ponen a trabajar en ello. La mayoría sigue enfocándose en lo exterior en vez de observar su interior, y mientras no den ese paso, da igual lo que hagan exteriormente, pues los espejos exteriores seguirán reflejando en sus vidas sus propios conflictos internos.
Para avanzar de verdad en la vida, sea cual sea el problema, hay que mirar el interior y ahondar en él. No basta con quedarse en la superficie, hay que ahondar hasta encontrar las pautas internas que se reflejan en el exterior y solucionarlas.
Así que da igual que el problema sea de trabajo, de salud, de pareja, de amigos, de familia... si de verdad quieres solucionarlo, mira en tu interior.
Eva - Zona Positiva |