Tras los últimos acontecimientos tenemos una nueva visión. Este tiempo no es exactamente para empezar nada nuevo. Sino más bien para seguir con lo que ya tenemos, pero con una visión totalmente renovada.
Todo lo sucedido nos ha abierto los ojos. Y una vez conscientes no podemos ser indiferentes. Ahora que podemos ver, no podemos cerrar los ojos y volver a lo anterior. El poder ver es un regalo.
Esta nueva manera de ver nos hace plantearnos todo de otro modo. Con lo que sabemos ahora, o con lo que hemos descubierto o visto, nos enfocamos de forma diferente. ¿Cómo ha cambiado tu enfoque? ¿Cómo te estás enfocando ahora?
Cortamos con lazos o situaciones que ya no nos aportan nada. Y nos invertimos en lo que sí nos da energía de vuelva. Básicamente, dejamos de malgastar nuestra energía para aportarla a lo que sí lo merece.
Este cambio de perspectiva nos abre a posibilidades que no habíamos contemplado antes. Nos hace darnos cuenta de que tenemos más opciones de las que creíamos. Y nos hace ver que podemos más de lo que pensábamos. En resumen, abre nuestra energía a una fuente de potencialidades que ni sabíamos que teníamos.
¡Feliz semana!
Eva
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