Cuando se guarda se considera la posibilidad de falta, de carencia. Se cree que mañana podrá faltar, que no tendremos manera de cubrir esas necesidades.

Con esa idea mandamos dos mensajes al Universo: que no confiamos en el mañana y que pensamos que lo nuevo y lo mejor NO son para nosotros. Por eso guardamos cosas viejas e inútiles.

Empecemos a confiar en nosotros mismos y en nuestra capacidad de atraer. Deshagámonos de lo que ya perdió el color y el brillo. Dejemos entrar lo nuevo a nuestra casa y dentro de nosotros mismos.

Zona Positiva