No confundamos conceptos tan determinantes en una relación de pareja. Desnudarse únicamente en el aspecto físico lo hacemos todos... desde pequeños. Es un acto que implica sólo algo tan superficial como es el cuerpo, lo únicamente palpable de la persona, lo que con el tiempo sufrirá el clásico deterioro, por todos compartido. El cuerpo es lo que realmente le importa sólo a aquellos que la estética les determina la vida y les confunde tanto a la hora de saber apreciar el real valor humano. Una cosa es cuidarlo, protegerlo, mantenerlo, sanarlo, fortalecerlo, otra diferente es adorarlo hasta el punto que sea el centro de su atención en todo, en especial a la hora de relacionarse con otros.
Pero resulta que la real desnudez la tenemos cuando nos abrimos en todos los sentidos, especialmente los más íntimos, y son muchos los que no se animan a desnudarse a esos niveles de "exposición", de exhibición de sus aspectos más internos, más escondidos, más ocultos... más protegidos. Es una desnudez que para ciertas personas implica riesgo, miedos, un mostrar los aspectos más recónditos, profundos e íntimos.
El que por fin se anima a volcar ese contenido interior en un recipiente ajeno a sí mismo (otra persona) sabe lo que es sentirse realmente desnudo y expuesto. Está mostrando todo de sí mismo, lo más importante, lo pocas veces hablado y compartido, se saca hasta el último velo de protección, su último abrigo para cubrir lo más personal, y muestra lo que pocos han visto de sí mismo.
Si logras algo así ante tu pareja, si compartes esa desnudez y aún así el lazo se intensifica, crece, fluye, y la unión se hace más sincera, más segura, más auténtica, y el amor se percibe ya sin adornos, mostrando todo de uno ante el otro, ese ser por fin uno mismo, sin vestimentas de ningún tipo, y aún así se aceptan, y se buscan, y se necesitan, entonces sin duda el vínculo ha madurado, ha profundizado, ha conocido lo más importante del otro, y han decidido continuar a pesar de tantos pesares, apostando a las luces aún sabiendo que en la historia del otro hay sombras.
Amar la desnudez de la pareja, la desnudez que incluye miedos, oscuridades, lágrimas, inseguridades, equivocaciones, y una historia llena de duros impactos, o de un crecimiento con vacíos, con dudas, con cuestionamientos, etc. eso significa por fin aprender a amar la desnudez de tu pareja, y asegura a ese vínculo positivos pronósticos, basados en ser realistas, verdaderos, genuinos, y sinceros en lo bueno y en lo malo.
Esa desnudez no la logra cualquiera, hay que ser valientes para sacarse ese tipo de vestimentas. ¿Lo eres? Porque eso precisamente es estar desnudos.
Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena - www.suconsulta.com |