El observador es lo único real en todas las películas.
Guionistas, cámaras, realización, montaje, producción, dirección, actores, proyector y sala de cine cobran sentido SÓLO a través de la mirada del observador.
Sin el compuesto "observador", ninguna película tiene más argumentos que un grano de arena en el desierto del Sáhara.
Nuestra vida tiene guión (los programas), cámaras (nuestros ojos), realización (nuestros pensamientos), montaje (nuestra intención), producción (el Ego), dirección (nuestras decisiones), actores (yo, tu, él, nosotros, vosotros, ellos), proyector (la mente humana) y sala de cine (mundo sensorial o plano físico), y nada de esto, absolutamente nada de todo esto, sin el compuesto observador, tiene más argumentos que un grano de arena en el desierto del Sáhara.
Pase lo que pase, dure lo que dure, muera quien muera, nazca quien nazca, luche o descanse, triunfe o fracase, ría o llore, suba o baje...
El observador es lo único real en todas las películas.
José Vaso |