La Salvadora salva para ser salvada
Actúa como un centro de rehabilitación. En relaciones, atrae hombres muy heridos, a los que trata de "arreglar" y salvar, interpretando el papel de mamá para no sentir la vulnerabilidad de sus propias heridas, vacíos y necesidades no satisfechas. Si no te sientes vulnerable, no pueden hacerte daño, pero así es como terminas sobrecompensando y agotada, energéticamente drenada y en bancarrota emocional. Esa relación nunca estará bien polarizada, una mujer que se relaciona como una mamá con su hijo-hombre no puede experimentar la intimidad y pasión profunda de una relación hombre-mujer en equilibrio. Sencillamente no es posible. Hay demasiadas fisuras.
Atraer un compañero que no necesita ser salvado te fuerza a descubrir tu valor inherente más allá de lo que puedes hacer por él, y a desmantelar todo tu sistema interno centrado en darte un sentido de valía alrededor del sacrificio y lo que puedes hacer por los demás y de en quién te conviertes para ellos.
Este tipo de codependencia no se limita a las relaciones de pareja, se extiende a las personas agradadoras, que enmascaran su necesidad de obtener la aprobación de los demás en esa frívola y superficial sonrisa; los sobredadores y sobrecompensadores.
El problema es que si la validación externa es tu única fuente de alimento, tendrás hambre por el resto de tu vida. Porque el amor y la aprobación de los demás siempre es condicional: está condicionada por lo que esperan de ti.
Tu valor no se basa en lo que puedes hacer por los demás. No hay cantidad de aprobación que te pueda compensar el amor que te falta. Éste tiene que venir de adentro. Es tu amor y aprobación el que llevas tanto tiempo esperando.
Imagina un mundo en el que estemos menos interesadas en lo que otros piensan de nosotras y mucho más interesadas en cómo nos sentimos con nosotras mismas. Un mundo en el que el Universo no tenga que seguir lanzándote catástrofes para llamar tu atención.
Toda la energía que gastas en obtener validación externa es una pérdida hasta que encuentres una manera de impresionarte a ti misma. De amarte de forma radical, con todo lo que eres.
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