La dinámica de energías que nos rodea, si estamos empapados de malas vibraciones, eso repercutirá en forma directa ante todo lo nuestro: relaciones, trabajo, realizaciones, descansos, salud, cuerpo, mente, entorno, logros...

¿Por qué energías y de vibraciones? Porque lo que yo hago repercute directamente en mi entorno como eco emocional, y se generan lazos de respuesta automática en todos, nos vamos provocando unos a otros el eco vibracional de las emociones, si yo acaricio, la persona del otro lado que recibe mi caricia es muy difícil que me muerda, ¿verdad?, así de simple, y si muerde a pesar de las caricias es porque nos está necesitando en serio, su malestar es tal que está ciega a la demostración amorosa que lo rodea.

Si dirigimos toda esta dinámica de acto-consecuencia (acción, reacción) a nuestras situaciones, entenderemos el porqué de tantos dramas pasionales, de tantas discusiones dañinas y serias, de tantas heridas abiertas y profundas...

La persona que sabe que ya es hora de irse e insiste en quedarse, no obtendrá como respuesta en su entorno una sonrisa, es evidente  que irá generando alrededor suyo un ambiente de tensión, de enojos, un clima destructivo, donde muchos serán los afectados, y él será el primero.

¿Qué tal si en lugar de dar largas a una lenta tortura buscamos la mejor forma de encararla, nos brindamos espacios para pensar todo mejor, y si ya no hay lazos de unión, ni de sobrevivencia, ni de rescate, tomamos la valiente decisión de levantar los restos que quedan de dignidad desparramados, lo que queda de amor propio, de sanidad, de deseo de volver a la vida, y nos retiramos con la frente en alto?

Deseando lo mejor a quien queda en el camino, haya pasado lo que haya pasado. Tener la paz interior de saber decir adiós a la hora que corresponde y no dar alargues innecesarios que se volverán una pesadilla para todos.

Por otro lado, también es cuestión de lógica recordar que no podemos perder lo que no tenemos. Y nos estaríamos haciendo el peor daño de todos si nos aferramos a alguien que sólo desea salir corriendo de nuestro lado. Valemos demasiado como para aferrarnos a un vínculo así, que nos niega de antemano, que nos está despidiendo hace ya un tiempo considerable.

Aunque te cueste creerlo, a la vuelta de la vida hay personas que no sólo no saldrán corriendo de tu lado, sino que te están buscando hace rato, sólo que como tú estabas tan distraído mirando fijo sólo hacia un lado... ni te enteraste que ahí están aquellos que en verdad valorarán quién eres y te darán lo que mereces.

Y volviendo al tema de las energías, cuando limpiamos nuestro interior de lazos que sólo generaban energía negativa, se producen espacios que con el tiempo podrás llenar, ahora sí, con vínculos que sólo serán (si los aprendes a elegir bien) energía constructiva y de crecimiento para ti y para todos los que estén contigo. Aprendamos a decir adiós para con el tiempo por fin abrirnos a un HOLA, a un comienzo.

Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena – www.suconsulta.com