Aquí y ahora tenemos lo que necesitamos para ir al siguiente nivel. Empieza la apreciación de la mano con un despertar de consciencia.
¿Recuerdas "Cenicienta"? Seguro que sí. Ahora trata de recordar lo que pasó la noche del baile. El hada madrina llegó y Cenicienta dice: "es increíble que estés aquí" y el hada madrina responde: "es que creíste en mi." Después, el hada no le buscó un carro nuevo, no fue a una tienda a buscarle el vestido. No. El hada madrina transformó lo que ya tenía en algo mejor. La calabaza fue la carroza, los ratones caballos, su vestimenta diaria en un traje de gala.
Es una historia infantil, pero su mensaje no es infantil del todo: esta historia nos muestra cómo lo que tenemos es lo que nos lleva a donde deseamos, pero hay que aprovecharlo, hay que apreciarlo para vibrar desde la abundancia y no desde la carencia. El hada madrina es la representación de la certeza, esa que tenías de niño/a que te hacía sentir que naciste para algo extraordinario, que puedes mucho más , que eres muy especial y que tienes luz para compartir con otros.
Ilumina al niño/a que hay dentro de ti, esa fase en la que jugabas y decías que querías ser "esto o aquello", que te lo creías, que te veías tan posible. También cuando las historias nos enseñaban, cuando bailábamos frente a nuestros padres sin pena y con absoluta certeza de ser especiales.
Eso aún está en ti y sigue siendo cierto que por el sólo hecho de existir mereces el mundo, todo lo que sueñas. Pero eso sí, a esta edad y con este nivel de consciencia, hay que trabajarlo. ¿Cómo? No tienes que hacer nada, más bien, no hacer: no seguir dándote con el látigo del juicio o diciéndote que no eres suficiente. Eres demasiado inteligente para ser quien se interpone en su propia luz.
¡Despierta tu potencial!
Fuente: Mia Astral |