Tener "miedo al compromiso" es una idea a la que se le ha dado fuerza porque de alguna manera es atractiva. Cuando se habla de que una persona tiene miedo al compromiso, se sienten ganas de demostrar que uno puede cambiarlo, que uno es diferente, que uno es especial. Después, en el intento, te das cuenta que eso del eterno soltero no es tan atractivo y que has perdido mucha energía comprometiéndote TÚ en cambiar el deseo del otro mientras podrías estar haciendo realidad los tuyos.
Cuando tienes temores viejos y tontos al compromiso, es como una broma, porque quien no ha pensado en compromiso o sabe con certeza que no está allí, no lo teme. Temes lo que ves posible, lo que te da vueltas en la cabeza.
Sin embargo, si nos fijamos bien, nos comprometemos continuamente.
TODOS nos comprometemos y lo hacemos todo el tiempo. Hoy estás cumpliendo el compromiso de trabajo (contrato) en el que estás. Mañana estás comprometido con ayudar a un amigo/a a mudarse. El jueves tienes la cita (compromiso) en la peluquería y el sábado tienes una cita (otro compromiso porque compromete tu agenda). Te comprometes todo el tiempo, el detalle está en que no lo sabes y por eso te comprometes en cosas que no dan resultados o que no se comprometen contigo.
De vuelta al primer párrafo por ejemplo: Tú estás comprometida en hacer que Juan se comprometa. Juan está comprometido con la idea de ser el eterno soltero “siempre joven” y hacer lo que le da la gana. Tú dime si es buen negocio. Hasta el ateo está comprometido con su idea de no creer en nada y una vez que entiendes esto te das cuenta que sería genial observar los compromisos expresos y tácitos, conscientes o inconscientes, que haces para entender a dónde se va tu energía, tu atención, y lógicamente, tu poder de manifestación.
Vamos a poner una luz encima de esto para escoger con plena consciencia por cuáles compromisos te quieres seguir presentando o no, porque es lo que determina el tipo de compromiso que tienes contigo, que al fortalecerlo atrae personas que se tratan y respetan igual.
Fuente: Mia Astral |