¿Cómo hago para protegerme de las malas energías y de la gente con mala energía? Esto da para mucho desde un punto de vista energético, pero lo vamos a hacerlo más simple.
No existen las malas o buenas vibras, existen resonancias, por así decirlo melodías, algunas no te gustan y otras son armónicas para ti. El solo hecho de querer protegerte de alguien, resonando de una manera que no te gusta, lleva implícito el miedo, y el miedo es en si mismo una resonancia que te contrae.
Un ser humano centrado y equilibrado desde el centro de lo que es, irradia luz, así que en vez de protegerte, la idea de la nueva energía es irradiar. La oscuridad no pude existir en la presencia de la luz, es así de simple.
¿Has visto alguna vez a Jesús o a Buda llevando talismanes o construyendo cúpulas para protegerse? Ellos sólo irradiaban lo que eran, no importando quien se les acercara.
¿Qué sucede con las personas que quieren tu energía? Te manipulan, te critican, te ofenden y hacen todo lo posible para hacerte la vida imposible. Cuando te vean irradiar luz y que, a pesar de todos sus esfuerzos, tú no te apagas, se van a enojar mucho y van a hacer más cosas aún para sacarte de tu centro. Pero cuando sigan observando que a pesar de todo tú sigues ahí irradiando, entonces pueden pasar dos cosas: Una es que se alejen y la otra mágica cosa es que se van a comenzar a preguntarse cómo lo haces, se van a interesar, y quizás ellos también deseen irradiar así. ¿Entiendes ahora como vamos cambiando el mundo y cual es el papel de un guerrero de la luz?
No importan la circunstancias, sucesos, personas o eventos que rodeen tu vida, nada, absolutamente nada tiene el poder de apagar esa luz que proviene de tu interior, y mientras más incrementes esa luz más intensificarás el atributo de la compasión hacia todos los seres.
Hay mucha gente que aún no recuerda quien es, por muy malvados o duros que sean contigo, ten siempre presente que sólo es parte de su inconsciencia y que, así como a ti, también les llegara el momento de despertar y recordar que somos Uno.
Mientras tanto sólo irrádialos con tu luz. No puedes obligar, ni aconsejar ni tratar de hacer nada más. Permanece erguido, ser compasivo no es tolerar que cualquiera venga y te dañe o te haga lo que quiera. Pon tus límites saludables, no te hagas cargo de la falta de conciencia del otro, ese no es tu problema.
Así que, una vez más, llegamos al mismo punto de origen: tu única protección es tu propia luz. En ese lugar dentro de ti no existe el miedo ni el deseo de encerrarte en una burbuja, es en ese lugar donde comprendes que nada puede hacerte daño.
Hazte cargo de sostener tu luz y deja a los demás hacerse cargo de sostener sus propias resonancias. Hoy te pregunto, ¿qué resonancia estás dispuesto a sostener? ¿Cuánta compasión, júbilo, perdón, paciencia, tolerancia o sabiduría eres capaz de expresar? Tú eliges, minuto a minuto, la decisión de resonar en el Miedo o resonar en el Amor.
Sólo tú puedes determinar en qué frecuencia vibrar.
Fuente: Carlos Sosa
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