Cuando una persona se ama de verdad, le tomó el gusto a ser quien realmente es, se acepta con debilidades y fortalezas, se encariña con sus modos infantiles de ser y los asume como un contenido natural así como acepta sus lados extremadamente maduros que la vida le enseñó a través de durísimas lecciones. Cuando la persona se ama de verdad tiene una paz interior envidiable, se ríe de sus defectos y entiende que nadie es perfecto, dentro de todas las imperfecciones posibles ama la suya.
Cuando alguien se ama conoce su historia a fondo, con sus luces y sombras. También adora sus silencios como sus tiempos de canto y sonrisas.
La persona que se ama es auténtica, se respeta y se acepta con sus encantos y sus carencias. Admite sus errores sin horrorizarse. Entiende que es parte del proceso de crecer, del camino.
Cuando alguien se ama se acaricia sin pudores, se escucha y se habla, y en cualquiera de esas instancias lo hace porque se valora y sabe lo importante que es saber estar con uno mismo, brindándose lo que a veces otros no saben o no pueden.
La persona que se ama no se falla a sí misma. Busca lo que sabe que necesita. Lo lucha, lo defiende.
Cuando la persona llega a ese nivel de consentimiento con sus contenidos más entrañables, con su esencia… fluye natural, atrae con magia, se la nota relajada, tranquila, segura, estable, feliz y en paz por no buscar perfecciones innecesarias, se la puede ver fluyendo sin miedos en todo lo que hace o dice.
La persona se enamoró de sus formas, como otros se enamorarían de una pareja, aún en una instancia de deterioro, o de estrés, o de abandono, o de cansancios, o de descuidos, y "pelos parados"... la persona se mira y se ama, y esa postura seduce y atrapa a quien desde afuera es espectador de esa historia de amor. Da gusto estar al lado de alguien así, contagia energía que aumenta y se propaga con facilidad.
Y quienes se acercan con gusto a estar con alguien así, normalmente suelen ser quienes llegaron al mismo nivel de pasión por ellos mismos, de cuidado personal, de sanidad, de claridad y de paz.
Si quieres un amor estable junto a otros, busca personas que ya hicieron ese recorrido y que tengan el mismo deseo tuyo: buscar personas que se amen y se respeten. Es la mejor garantía para un amor maduro, adulto y estable. Y recuerda siempre que para llegar a él tuviste que enfrentar duras batallas, quizás las peores de tu vida, ¡pero sin duda habrá valido la pena!
Fuente: Ps. Patricia Cabrera Sena |