Hace poco, en una conversación, estuvimos hablando sobre del tema del dinero, de cómo atraerlo y cómo superar los bloqueos que nos impiden tenerlo. Me pareció interesante compartir lo que hablamos, ya que creo que puede ayudar a mucha gente.
Creencias sobre el dinero
Primero, tenemos que saber qué conceptos tenemos del dinero, y para ello tenemos que revisar lo que nos decían de pequeños sobre el dinero.
Pongamos algunos ejemplos:
“Es tan solo el medio para subsistir. Más allá, no tiene gran valor.”
Eso te dará que tengas siempre, ¡pero sólo para subsistir!
“El dinero es para pagar todos los gastos.”
Seguro que tienes justo para eso.
“Hay que guardar dinero para las malas rachas. No hay que derrocharlo.”
Si haces eso, estás dándole esa finalidad al dinero, con lo que cada vez que ahorres, te ocurrirá algo y tendrás que gastarlo.
El tema está en que las ideas que nos han inculcado de pequeños, creamos en ellas o no, están en nuestro inconsciente.
Creencias sobre los ricos
¿Qué piensas de los ricos/as? ¿Qué te decían sobre los ricos?
Veamos algunos ejemplos:
“Los ricos roban a los pobres”
Entonces, aunque quieras ser rico, no lo serás, porque hay un dilema en tu inconsciente: si soy rico soy un ladrón.
“Los ricos no son felices”
Más de lo mismo: Si soy rico, no seré feliz.
Si piensas que los ricos son malos, infelices, etc., eso crea un dilema en tu inconsciente: Si soy rico, soy malo.
Y si yo te pregunto, ¿tú eres malo? Me dirás: No.
Entonces, si no eres malo, eres bueno. No puedes tener dinero, porque serías malo.
Si soy rico soy malo, y encima no soy feliz.
Tu inconsciente: pues mejor me auto-boicoteo para no ser rico.
Cambiar los conceptos
Una vez comprendemos cuáles son las creencias limitantes que tenemos en el inconsciente, es momento de cambiarlas. Para ello, tenemos que aprender a hacer afirmaciones correctamente. No se trata de decir “soy rico y tengo dinero” y ya está, sino de observar cómo te sientes con esa afirmación. ¿Realmente te la crees? ¡Hagamos un ejercicio!
Ejercicio: Parte 1. Lo merezco
Abre los brazos, con las palmas hacia arriba y mira al cielo. Ahora di esta afirmación en voz alta y observa cómo te sientes: Merezco tener abundancia económica.
Tómate unos minutos.
¿Realmente sientes que de verdad lo mereces?
Por muchas afirmaciones que hagas, si no sientes que lo mereces, ¡no va a llegar!
Utiliza esta afirmación hasta que sientas que de verdad lo mereces.
Ejercicio: Parte 2. Tengo derecho
Cuando ya sientes que lo mereces, llegamos a la segunda afirmación: Tengo derecho a tener dinero.
Haz esta afirmación y observa cómo te sientes.
Veamos algunos ejemplos:
“Siento miedo e inseguridad.”
Pregúntate, ¿qué es lo que me da miedo?
“Me da miedo hacer daño a alguien.”
¿Alguien en tu familia hizo daño por dinero? ¿O tal vez algún familiar fue quien sufrió el daño?
“Siento como si fallara a mi familia y los dejara atrás.”
¿Alguien dejó atrás a su familia y les falló por dinero o por temas materiales?
“Siento que si tengo un poco o subo un peldaño me volveré déspota.”
¿Alguien en tu familia ha actuado así?
Para estos casos, puedes utilizar esta afirmación: Tengo dinero y abundancia, y también ayudo a los demás.
Eso sí, tienes que ponerla en práctica. Por ejemplo, donando cosas que ya no utilices.
Una sugerencia: Un bolso que ya no utilices, puedes meter dentro un jaboncito, un cepillo de dientes, un paquete de pañuelos de papel, una cremita... cositas así. O una mochila, y metes cositas. Para chico o chica. Y cuando veas a alguien que vive en la calle, regálaselo. Es otra forma de donar. ¡Y ellos lo agradecen un montón!
O invita a un indigente a un café. En plan, ves a uno en la calle y le dices: ¿Quieres que te traiga un café? Y pides café para llevar y se lo das. O hasta puedes tomarte un café para llevar con él/ella. ¡Yo lo he hecho!
Una cosa que suelen echar mucho de menos es hablar, porque se sienten muy solos, invisibles, y ese gesto les ayuda muchísimo. Te sentirás bien tú y ayudarás a los demás. ¡Y la afirmación te funcionará!
La idea es que al hacerlo se te vaya la creencia de que los que tienen son déspotas, da igual lo que des o cómo lo des.
Ejercicio: Parte 3. Me doy permiso
Muchas veces, no conseguimos lo que queremos porque sentimos que necesitamos el permiso de alguien para ello. Piensa en quién te daba el permiso en tu niñez. Es posible que tu inconsciente esté esperando ese permiso. Pero ahora eres una persona adulta, y la única persona que puede darte el permiso eres TÚ. Así que, ¡hazlo!
Para ello utiliza la siguiente afirmación: Me doy permiso para tener mucho dinero. Me lo permito. Y observa cómo te sientes con respecto a ella.
Ejercicio: Parte 4. Lo elijo
Una vez os sintáis cómodos con esas dos afirmaciones, la siguiente es esta: ELIJO tener dinero.
Tenéis que sentir que lo merecéis, tenéis que sentir que tenéis derecho a ello, pero también ¡tenéis que ELEGIR TENERLO!
¡ELIJO tener dinero!
Ejercicio: Parte 5. Lo acepto
Cuando ya hemos trabajado los puntos anteriores y hemos solucionado los miedos y bloqueos asociados a ellos, sólo queda el paso final: aceptarlo.
¡ACEPTO tener mucho dinero!
Eva Zona Positiva
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