Libera los programas heredados de tu familia que te limitan (en tu vida y en tu salud), los secretos y memorias de dolor de tu árbol genealógico.

Con esta carta liberas todo aquello que hay en tu presente que sabes que no te corresponde: enfermedades, culpas, rencores, frialdad, indiferencia, falta de cariño, dureza, secretos, tragedias, engaños, infidelidades, traiciones, robos, mentiras…Todo aquello, gracias a los cual, hoy tú puedas estar enfermo de algo, física o emocionalmente.

Partiendo de los conceptos del “Transgeneracional” de Claude Bouvier, de “Psicomagia” de Jodorowsky y de “Constelaciones familiares” de Bert Hellinger.

Esta carta se redacta de tu puño y letra, puedes tardar en realizarla el tiempo que necesites, tal vez varios días, no se trata de escribirla con prisas, más bien de tomar conciencia con lo que estás haciendo y escribiendo.

Con esta carta te liberas de todo aquello que desde tus ancestros has heredado y que no te corresponde: Enfermedades, culpas, rencores, frialdad, odios, indiferencias, agresiones, mala suerte, accidentes, falta de amor y cariño, dureza, secretos, engaños, infidelidades, violaciones, asesinatos, traiciones, robos, mentiras, problemas para tener hijos, abortos, etc. Con ello liberas todas las causas creadas que sean que te estén afectando en tu vida.

Yo (escribe tu nombre y apellidos), nacido/a el (escribe tu fecha de nacimiento) en este acto de mi puño y letra, redacto hoy esta carta como regalo a la familia a la cual pertenezco. Con la ayuda, el amor y la presencia del Universo y de la Divinidad que habita en mí y en cada uno de ellos, yo bendigo a mi familia y los perdono así como también le pido perdón a cada uno de ellos si con actos u omisiones les he ofendido o dañado.

Libero a mi familia y me libero de ella. Me libero y libero a mis tatarabuelos, a mis tíos tatarabuelos, a mis bisabuelos, a mis tíos bisabuelos, a mis abuelos, a mis tíos abuelos, a mis padres, a mis tíos, a mis primos, a mis hermanos, a los hijos de mis hermanos- mis sobrinos-, a mis hijos (aunque no los tengas), a los hijos de mis hijos -mis nietos-; a los amigos y enemigos de mi familia, a mis amigos y enemigos, a todas las personas que están a mi alrededor y a toda persona que en algún momento han tenido o tienen algo que ver conmigo, de todos los programas inconscientes que he heredado. A todos los libero y me libero, de cualquier ofensa que otra familia u otras personas hayan recibido de mi familia o de mi persona, y pido perdón a todos, en nombre de aquel que haya ofendido por parte de mi familia.

Hoy me libero y libero a toda mi familia y conocidos de la necesidad de guardar cualquier tipo de secretos, sean de memorias de pérdidas económicas, de conflictos por herencias, derroches, asesinatos, muertes repentinas o violentas, suicidios, enfermedades mentales, enfermedades físicas, accidentes, violaciones, abusos, adulterios, abortos, hijos no deseados, hijos no nacidos, hijos no reconocidos, hijos abandonados, incestos, abandonos, crueldades, golpes, malos tratos, infidelidades, engaños, traiciones, violencia física, violencia emocional, problemas y conflictos en la pareja y el amor, desamor, maldiciones, desarraigos, trabajos forzados, venganzas, sometimiento, esclavitud, guerras, secretos revelados, traición, memorias de dolor, tristeza y abandono; y todo aquello que sea una vergüenza o una limitación.

En este acto hoy me libero y libero a mi clan, a toda mi familia y conocidos, de todo aquello que haya afectado a los miembros de mi familia y a otras familias para que estas memorias ya no se sigan heredando a través mío, para que ya no se sigan perpetuando en mi persona ni en generaciones venideras.

Hoy declaro que estoy libre de los secretos, malas acciones, conflictos no resueltos y del destino de mis ancestros sabiendo que aun así seguiré perteneciendo a mi clan con el mismo derecho que cuando cargaba con esto. Hoy sé que aunque me libere de esto, seguirán amándome del mismo modo que antes y yo los seguiré amando desde lo más profundo de mi corazón aun cuando busque un destino mejor para mí.

Aquí se deja de perpetuar la herencia en mí y en todos mis descendientes.

Por ejemplo:

Hoy libero y me libero de mi padre (Nombre), de sus maltratos, desequilibrio y desorden mental y su alcoholismo.

Hoy libero y me libero de mi madre (Nombre), su carácter sumiso y su diabetes.

Hoy me libero de la necesidad de guardar los secretos familiares relacionados con…

Hoy me libero de la influencia que las vivencias vergonzantes o dolorosas de mis ancestros están ejerciendo sobre mí y mi descendencia.

Hoy corto todo lazo con esas memorias y me libero de todas las cargas que no me corresponden. Para mi bien y el de todos los involucrados.

Hoy agradezco a la Divinidad que habita en mí y en todos los Seres y al Universo su ayuda para liberarme.

Hoy sé que soy libre y quedo libre para vivir mi propia vida.

Hecho está. ¡Gracias, Gracias, Gracias!

Cuando hayas finalizado la carta, escoge un día y una hora para leerla y quemarla en una ceremonia de “cortar lazos”. Elige un día a solas que nadie te interrumpa y donde tú te encuentres en paz y puedas hacer una “ceremonia de quema de carta” impactante para tu subconsciente. Puedes encender velas o inciensos para acompañarte, puedes quemar fotografías (o fotocopias) de los miembros de la familia, algún objeto de esas personas o bien algún objeto que te las recuerde.

Sé consciente de que no vas a quemarlos a ellos, sino que vas a quemar “lo malo de ellos” para quedarte sólo con lo bueno. El inconsciente recogerá esta manifestación hecha con conciencia.

Cuando llegue el momento y te sientas preparado lee la carta completa en voz alta, lentamente, para que tu inconsciente capte todo lo que estás soltando.

Una vez que la hayas leído, quema hoja por hoja, con el sentimiento de liberación, y vas juntando las cenizas para que al finalizar puedas deshacerte de ellas. Puedes enterrarlas, echarlas al aire, tirarlas a la basura, etc., eso lo decides tú.

Una vez hecho el acto, tienes que esperar el tiempo suficiente (cuarentena), puede variar entre 5 días a 3 meses, depende del vínculo que tengas que romper y la sanación que se tenga que producir, para que tu mente vaya asentando lo vivido, lo sentido, lo soltado.

La cuarentena (normalmente entre 30-35 días) son días de cambio de ánimo intensos, días en que tal vez vivas una crisis de sanación (incremento de síntomas físicos, dolores, mareos, náuseas, etc.) Algunos días podrás tener mucho sueño o no tener nada, estar alegre, triste, eufórico, emocionado, deprimido, etc. Y todo es perfectamente normal. Los últimos días de la cuarentena te sentirás increíblemente ligero, con pensamientos y sentimientos más claros, con paz interior, certeza y conciencia plena de toso lo que has soltado, comenzarás a tener más claridad con respecto a nuevos rumbos, opciones, y podrás tomar las decisiones necesarias para iniciar tu nueva vida.

Esta carta, junto a su cuarentena, puede hacerse todas las veces que sea necesario con las mismas personas, pero NO por los mismos motivos. Por ejemplo: si ya hice una carta de duelo por mi padre alcohólico y recuerdo que una noche atropelló a una mujer, hago nuevamente una carta, pero sólo por ese atropellamiento, ya no menciono el alcoholismo, porque de eso ya hice el duelo.

Sugerencia de Acto Psicomágico:

Escribir esto de puño y letra, cada día durante una semana, y al completar el ciclo, quemar todas las cartas, enterrar las cenizas y plantar una planta allí para transformar en vida nueva todo aquello que dejamos atrás.

Luego espera que pasen de 35 a 45 días (una cuarentena, momento en el que te permites separarte simbólica y realmente de tu familia, para encontrarte a ti mismo)