Todos queremos CAMBIOS, pero ya de por sí la palabra nos da miedo porque implica un giro inesperado. Sustituyamos la palabra "cambio" por la palabra "progreso", que es una palabra atractiva y no activa los pensamientos de ansiedad, más bien nos motiva a trabajar.
Cuando queremos ver progreso, empezamos actividades y ponemos en moción situaciones que atraen/manifiestan las condiciones propicias para ver esos cambios. Si deseas un cambio, ya sea con ganas o con miedo, lo estás manifestando igualmente, porque temblar es otra manera de vibrar y uno atrae lo que vibra.
Por eso, si tú eres quien inicia los cambios, quién está trabajando por su progreso, te harás consciente de cómo va cambiando tu perspectiva en el proceso. Te darás cuenta que más que la meta, es cuánto te has pulido trabajando en ella.
Si quieres cambios pero no los inicias, si no eres parte de tu propio proceso, serán impuestos. Esto es sentido común. Lo único certero es que siempre hay cambios, pero con tu actitud puedes llamarlos progreso.
Si los cambios te son impuestos, tenderán a sacarte de un lugar real o emocional donde estabas estancado y no vale que "te muevan" y que aún así no quieras hacerte consciente de que cómo piensas y actúas tiene que cambiar también.
Quienes han trabajado duro por progreso, muy conscientes de que había que superar algo y que implicaba un sacrificio, ven resultados. Quienes rehúsan, son movidos de lugar y tendrán que despertar. Ayúdate, se parte de TU proceso. Estas aquí para despertar consciencia. No dejes que se quede en un respiro de la mañana mientras lo lees. Hazlo en cada momento del día que puedas. Sabes que estás listo para hacer las cosas mejor ahora que sabes, de ti y de cómo funcionas, mucho más.
Fuente: Mia Astral |