Así funciona el inconsciente: cambia tu manera de hablar y crea otra realidad

Sigmund Freud nos reveló en su libro “Psicopatología de la vida cotidiana” que, a veces, lo que decimos negar, en verdad lo estamos afirmando.

Si alguien nos dice: “No te quiero molestar” puede en el fondo estar queriendo molestarnos. Cuando se le prohíbe algo a alguien, el inconsciente lo interpreta como una orden de lo contrario. Si se le dice a un niño: “¡Cuidado, no te caigas!” es casi probable que se caiga. Se recomienda decirle: “Conserva tu equilibrio”.

Estas prohibiciones que el inconsciente comprende como órdenes, están en la base de nuestra civilización judeo-cristiana y se llaman “Los 10 mandamientos”, de los cuales 7 especifican lo que no se debe hacer.

El inconsciente colectivo traduce estas 7 prohibiciones en órdenes de hacer lo contrario. A saber:

“No tomarás el nombre de Dios en vano” ¡Usarás el nombre de Dios para encubrir tus mentiras!
“No matarás” ¡Asesinarás a tus enemigos!
“No cometerás actos impuros”. Harás lo que se te dé la gana, diciéndote que todo lo que haces es puro.
“No robarás”. Te apoderarás de lo ajeno, diciéndote “Las cosas son del que las necesita”.
“No levantarás falsos testimonios ni mentiras”. ¡Calumniarás en nombre de la verdad!
“No consentirás sentimientos ni deseos impuros” ¡Desearás la pareja del otro y con gran disimulo tratarás de seducirla!
“No codiciarás los bienes ajenos”. Te dirás: “Lo que el otro tiene es justo que lo tenga yo”

Es entonces recomendable expresar estos severos mandamientos, (que nuestra industria explotadora, asesina, ladrona, mentirosa, competitiva, envidiosa, no cesa de mal interpretar), de manera positiva:

“No tomarás el nombre de Dios en vano” ¡Invoca a tu Dios tantas veces como te haga falta!
“No matarás” ¡Ama y respeta la vida!
“No cometerás actos impuros”. ¡Admira lo que es puro y sublime!
“No robarás” ¡Vive satisfecho con lo que has elegido tener!
“No levantarás falsos testimonios ni mentiras” ¡Saborea el placer de ser honesto!
“No consentirás sentimientos ni deseos impuros” ¡Desea a la mujer o al hombre que es tu pareja!
“No codiciarás los bienes ajenos” ¡Alégrate tanto de tu felicidad como de la felicidad de los otros!

A.J.