¿Acaso la palabra perro muerde, la palabra noche apaga el sol, la palabra día hace amanecer, la palabra agua quita la sed, la palabra sueño, hace dormir?
¿Por qué entonces si alguien te dice que vales poco agachas la cabeza y te avergüenzas de ser quien eres? ¿Por qué un "me dañaste la vida" te hace culpable? ¿Por qué un "no eres linda" hace que te escondas del espejo?
¿Cuántas veces permitimos que las palabras de otros nos quiten nuestra valía? ¿Cuántas veces dejamos que una palabra hiriente nos despoje de la tranquilidad?
Nos han enseñado a cuidar lo que decimos, sin embargo nadie nos dice lo sano que es despojar a la palabra de ese poder antes que ella nos despoje del nuestro.
Vamos por la vida creyendo que somos lo que los demás dicen que somos. Si alguien nos dice que somos culpables, entonces lo somos. Si alguien nos dice que no tenemos talento entonces, definitivamente no lo tenemos. Disfrutamos del halago lo cual, al tiempo, nos hace sufrir enormemente con la crítica. Sentimos que se nos va la vida al escuchar culpas o insultos que nos lanzan.
Lo que el otro dice no se materializa por el poder de la palabra, se materializa porque permitimos que dicha palabra pase por encima de nuestra verdad y termine por definirnos. Muchas veces, las palabras son un distractor tiranamente usado por un otro que desea convencernos de su verdad.
Seamos incrédulos. Pongamos en duda todas nuestras creencias generadas desde la palabra de los demás. Las palabras que creemos, propias o ajenas, tienen el poder de definir nuestra realidad, si se lo damos.
Nuestra verdadera valía está realmente en los espacios en blanco, en ese espacio entre palabra y palabra. Nuestra valía está en lo que nadie dice de nosotros, porque nadie conoce. La verdadera valía se encuentra en lo indecible, en lo inenarrable, en lo que va más allá de nuestra escritura y de nuestra propia historia documentada por la pésima y muy conveniente memoria humana.
No permitamos que las palabras nos sometan. Demos a las palabras la debida dimensión, despojémosla de su título de portadoras de la verdad.
¡Radical poder para nuestra propia verdad!
Fuente: Bitácora Astral
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